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El pleno del Tribunal Constitucional seguirá estudiando hoy el quinto borrador de sentencia sobre los recursos presentados por el PP, el Defensor del Pueblo y cinco comunidades autónomas contra el Estatut de Catalunya con todas las opciones abiertas, informaron fuentes de este órgano.
Los diez magistrados que deben pronunciarse sobre el asunto -Pablo Pérez Tremps, recusado por el PP, abandonó ayer la reunión pasadas las 13.00 horas, después de que el pleno viera otros puntos- prolongaron los debates hasta las 20.30 horas, cuando aplazaron la discusión hasta hoy.
Votación
Será por tanto hoy cuando, previsiblemente, se lleve a cabo la votación que establecerá si, más de tres años y medio después de que se presentaran los recursos, hay sentencia sobre el Estatut o si el quinto proyecto redactado por la ponente Elisa Pérez Vera es rechazado, como sucedió con los cuatro anteriores.
Según las fuentes consultadas, las intervenciones en las que los magistrados fijaron ayer sus posiciones en el pleno confirman que el nuevo borrador tampoco ha logrado concitar un amplio consenso y seguían atascadas las deliberaciones, por lo que los escenarios más optimistas contemplados al inicio de la reunión -su aprobación por 6 votos a 4, e incluso por 7 a 3- se dan por prácticamente descartados.
Voto de calidad
Quedaría, sin embargo, abierta la puerta a que los cuatro magistrados progresistas que antes del pleno respaldaban la ponencia -la propia Pérez Vera, Pascual Sala, Eugenio Gay y la presidenta, María Emilia Casas- logren un apoyo más, con lo que la sentencia quedaría aprobada siempre que esta última hiciera valer su voto de calidad. Todo indica que ante el atasco, hoy no habrá tampoco votación.
Casas ha sido reacia durante todo su mandato a hacer uso de ese privilegio, pero el tiempo transcurrido desde la interposición de los recursos, la cercanía de un nuevo periodo electoral en Catalunya -los comicios autonómicos están previstos para el próximo otoño- y, sobre todo, la constatación de que las posturas son prácticamente inamovibles podrían hacerle cambiar de opinión.
Aun así, ese voto de calidad sólo serviría si el bloque progresista consigue hacerse con un quinto voto, que podría ser el de Manuel Aragón.