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La Fiscalía ha rebajado de forma mínima la petición de cárcel por abusos sexuales contra el acusado por violar a su niña recién nacida en Can Picafort. Sin embargo, sube de uno a tres años su petición por malos tratos contra el padre y la madre de la niña, que según las acusaciones habría sufrido golpes y un trato degradante por parte de sus padres, que habrían llegado a encadenarla a una silla.
Con estas modificaciones, finalmente la Fiscalía solicita una pena de 12 años de cárcel para el principal acusado -nueve por abusos y otros tres por maltrato- y tres contra la madre.
El juicio quedó ayer visto para sentencia después de cuatro sesiones. El principal acusado, en su turno de última palabra, aprovechó para volver a cargar contra su madre, a la que cree autora de un complot para inculpare y quitarle la custodia de la menor. De hecho, dijo que la única persona que ha golpeado a su niña era la abuela, en un incidente que, según él, habría ocurrido en un bar.
Antes, las distintas partes habían presentado sus conclusiones. Tanto la fiscal como el abogado José de España, que representa al Consell, basan su acusación en el testimonio de la niña. Éste estaría corroborado por testigos como su abuela y, sobre todo, por la declaración del equipo psicológico del Institut Mallorquí d'Afers Socials que avalan la plena credibilidad de la menor y que presenta síntomas claros de una víctima de abusos.
La defensa, a cargo del abogado Jaime Campaner, por su parte, cuestiona estas conclusiones y esgrime lo que manifestó en el juicio el forense que declaró «imposible» que la menor hubiera sido violada, dado que no presentaba ningún tipo de signo.