PALMA BOTAMANIFESTACIO 1ER DE MAIG | Pere Bota

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Los sindicatos celebraron ayer, en una mañana gris y lluviosa, el Día Internacional del Trabajo divididos en cuatro manifestaciones distintas que sólo consiguieron reunir por el centro de Palma a unas 2.000 personas, según datos de la Policía Local y de las propias organizaciones sindicales, a favor de la ocupación, contra la reforma laboral y la corrupción política.
A las manifestaciones acudieron los conselleres de Treball, Afers Socials y Medi Ambient, Pere Aguiló, Fina Santiago y Gabriel Vicens, respectivamente; la alcaldesa de Palma, Aina Calvo y los ediles Eberhard Grosske, Nanda Ramón y José Hila, entre otros representantes de la clase política balear.
La secretaria general de CCOO, Katiana Vicens, que encabezó la manifestación unitaria junto al secretario general de la UGT, Lorenzo Bravo, aseguró ayer que «el abaratamiento del despido no va a crear ni un solo puesto de trabajo» y pidió una «reactivación de la economía con inversiones públicas y privadas, inversiones en nuevas tecnologías, en más productividad y en empleo sostenible».
Por su parte Bravo -que no pudo intervenir en el acto de clausura de la manifestación al encontrarse indispuesto y tener que ser atendido por el 061, siendo sustituido por Manel Pelarda- insistió, al inicio del acto reivindicativo en que «este país no puede seguir funcionado con el modelo económico que tiene, basado en la especulación inmobiliaria y los grandes bancos haciendo lo que les da la gana sin regulación y cargándose la industria».