Las puertas de la caseta de peones camineros han sido arrancadas completamente. | Elena Ballestero

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La antigua caseta de peones camineros construida en el Nu de Sa Corbata para almacenar las herramientas necesarias para realizar el mantenimiento de la carretera de sa Calobra y que fue declarada Bien de Interés General a finales de los noventa, presenta un estado total de abandono. El alcalde de Escorca, Antoni Gómez, informó ayer de que ha dado orden a la policía de precintar el recinto para evitar que se siga deteriorando.
La antigua edificación se rehabilitó con fondos municipales con el objetivo de abrir un pequeño snack bar cuya gestión se adjudicó por un periodo de 15 años a los propietarios de la finca de Es Bosc, que previamente habían firmado un convenio de cesión con el Ajuntament por el que el Consistorio pasaba a ser el titular de la caseta y de 1.000 metros cuadrados de terreno en el Nu de sa Corbata, donde quería construir un monumento de homenaje al ingeniero Parietti, que diseñó la carretera de la Calobra en los años 30. Transcurrido ese plazo sin que se haya habilitado el monumento, en 2011 la casa y los terrenos revertirán a la antigua propiedad, según explicó ayer el alcalde de Escorca.
15 años
Tras rehabilitar el edificio, con fondos del Pla d'Obres i Serveis, el Ajuntament d'Escorca concedió la explotación de la caseta a los propietarios de la finca de Es Bosc por un periodo de 15 años que concluye el año próximo, a cambio del pago de un canon anual de 1.800 euros (300.000 de las antiguas pesetas). Hace un año que las instalaciones cerraron coincidiendo con el inicio de la crisis económica.
El alcalde, Antoni Gómez, confirma que el Ajuntament d'Escorca no ha cobrado el canon de explotación de la caseta correspondiente al último ejercicio y tampoco ha recuperado la concesión que se otorgó en 1996. Gómez aseguró ayer que la Policía Local ya ha recibido orden de precintar las instalaciones que han sido objeto de actos vandálicos, para evitar que se sigan deteriorando. «No nos corresponde a nosotros porque se cedió al concesionario pero entiendo que el Ajuntament subsidiariamente es el responsable», dijo Gómez.
La puerta de la caseta de peones camineros, ha sido completamente arrancada y en el interior se acumula la suciedad. Aún pueden apreciarse sobre la barra restos de cierta actividad hostelera. El establecimiento dispone también de un pequeño mirador con mesas.