El jugador del Mallorca, Emilio Nsue, durante un entrenamiento en Son Bibiloni | Monserrat

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El proyecto de Llorenç Serra Ferrer ilusiona por muchos motivos. Su presencia en el proyecto es ya de por sí sinónimo de credibilidad y su idea de dar cabida en el primer equipo a una amplia representación de la cantera del Mallorca ha supuesto un extra de motivación en la hinchada. Es cierto que esta afición también se ilusiona con los fichajes, pero en estos momentos la tesitura económica del club obliga a reinventase, a partir casi de cero, en definitiva, a confiar en la cantera.

Una de sus más firmes promesas, que con el tiempo se ha convertido en realidad es la protagonizada por Emilio Nsue López (Palma, 1989). Anotó un gol y dio la asistencia de otro. Simplemente hizo muy bien lo que mejor sabe hacer, que es jugar al fútbol. Es un jugador humilde, pero también mediático porque tiene ese 'don' que hace especiales a algunos jugadores. Él lo es y además lo es desde muy joven. Dejó el Atlètic Balears en categoría cadete y fichó por el Mallorca y rápidamente los focos y las cámaras empezaron a apuntarle. Supo convivir con ello y más que lo hubiera hecho de no tenerle 'secuestrado' Nando Pons, Marcos y Manzano, que siempre le negaron el poder seguir creciendo en otro campo como el de los medios de comunicación.


La oportunidad

Ahora, con en esta nueva época, con Pons apartado, Marcos cruzando la línea de salida y Manzano en los juzgados denunciando a Alemany, Emilio tiene la oportunidad que siempre se le ha negado en el primer equipo. Y no la ha desaprovechado.

Ha sido necesaria la llegada de Serra Ferrer para dar entrada a futbolistas como Pau Cendrós, Sergi Enrich, Pereira o el propio Emilio. Al menos tienen esa oportunidad y ahora gran parte del éxito o el fracaso depende ya de ellos. Ayer Emilio Nsue salió ante los medios para certificar lo que todos los mallorquinistas saben, que se trata de un chico especial. «Noto el cariño de la gente», dijo el delantero. «Desde el primer momento noto cierto cariño de la afición mallorquinista, supongo que es porque me conocen desde hace tiempo por lo que estoy muy agradecido; intentaré demostrarles en el campo que quiero devolverles ese apoyo con mi entrega, y demostrar que tengo muchas ganas de triunfar con el Real Mallorca, de que el equipo vaya genial. Aún me queda muchísimo, hay que ir paso a paso con mucha humildad ya que esto ni ha empezado. Yo no he hecho nada todavía, sobre todo hay que pensar en el Real Mallorca que es lo más importante», comentó.

El futbolista es consciente de que pese a triunfar en el Castellón y también en la Real Sociedad, es en el Mallorca donde tiene que demostrar que las esperanzas que hay depositadas en él no son en vano. Nsue asume la presión, siempre lo ha hecho y desde muy joven siempre ha estado en el punto de mira por tener unas facultades para el fútbol especiales. Este año todo indica que va a ser el de su salto definitivo a Primera, pero de lo que no se olvida Emilio es de su pasado.

Recogepelotas

«Ver a tanto niños en el trofeo Ciutat de Palma me trajo recuerdos de no hace tanto, me vi reflejado en ellos, me hace recordar que hace cuatro días yo estaba de recogepelotas en el Luis Sitjar y veía a los futbolistas de Primera División, algo que yo quería ser también. Fue muy bonito que pudieran venir, y a todos ellos les digo que sigan divirtiéndose jugando a fútbol y que vengan a apoyarnos», comentó el delantero del equipo balear.

Emilio es una de las caras que mejor reflejan la nueva era que está por empezar el último fin de semana de agosto. Ante el Atlético dio la cara, jugó con descaro y lanzó un claro mensaje al fútbol español. Emilio entra por méritos propios en la Liga de las estrellas.