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«Entiendo que Cristina Cerdó ya no es presidenta de Emaya; la doy por cesada». Así de contundente se mostró ayer la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, que también pidió a «todos los miembros del Consejo de Administración de Emaya que abandonen su cargo». Sin embargo, la alcaldesa no tiene potestad para destituir a Cerdó, puesto que necesita mayoría y PSOE y Bloc sólo tienen 11 regidores, frente a los 14 del PP. Ante esta situación adelantó que «se ha de trabajar desde el ámbito jurídico». La alcaldesa firmó ayer un decreto de reestructuración mediante el que Emaya pasa a estar en el área d'Hisenda (PSOE) y a depender de Andreu Alcover.
Calvo también explicó que las áreas que hasta el pasado viernes gestionaba UM pasan a estar integradas en otras ya existentes. Así, Medi Ambient pasa al área d'Infraestructures; exactamente será el área delegada de Salut i Medi Ambient, que estará dirigido por Begoña Sánchez (PSOE). Por su parte, Treball se integrará en el área de Benestar Social, al igual que el Imfof, que estará dirigido por Grosske (Bloc). Sin embargo, la Agenda Local XXI, que hasta ahora estaba en la regiduría de Medi Ambient, pasará al área delegada d'Habitatge, en manos de Magdalena Palou (Bloc).
Por su parte, Joventut pasará a ser un área delegada de Benestar Social, y se llamará Joventut, Cultura, Patrimoni i Política Lingüística; su responsable será Nanda Ramon (Bloc). Esports será un área delegada d'Igualtat, Drets Cívics i Educació y será gestionada por Maribel González.
La alcaldesa de Palma también anunció que se incorporan a la Junta de Gobierno las regidoras d'Igualtat, Drets Cívics, Educació i Esports, Cristina Ferrer; y de Joventut, Cultura, Patrimoni i Politica Lingüística, Nanda Ramon. Sin embargo, destacó que no se incorporará ningún regidor no electo de UM en sustitución de Baldomero Oliver.
Calvo destacó que aprovechará esta reestructuración para aplicar medidas de austeridad y reducir altos cargos, aunque no pudo concretar el número porque lo están perfilando estos días; lo aprobarán mañana en Junta de Gobierno. La alcaldesa reconoció la dificultad que supone gobernar en minoría, pero insistió en que no piensa dimitir aunque no sea capaz de sacar adelante sus propuestas en el pleno. «No abandonaré la alcaldía, ni a la ciudadanía, ni al Ajuntament en manos del titular del pasado más oscuro de la gestión municipal de esta ciudad», manifestó Calvo en alusión al presidente del PP de Palma, José María Rodríguez.
Sin embargo, la alcaldesa confía en contar con el apoyo del PP para sacar adelante cuestiones importantes. Por ello, en los próximos días se reunirá con Rodríguez para pedirle su apoyo.
Calvo aseguró que sólo abandonará la alcaldía si el PP presenta una moción de censura, para lo que necesita la firma de Cristina Cerdó (son necesarios 15 regidores). Esta posibilidad parece poco probable de momento, ya que los populares prefieren forzar a la alcaldesa a dimitir. Una de las medidas de presión es que podrán aprobar en el pleno todas las propuestas que presenten. Ante esta posibilidad, Calvo manifestó que «no creo que la propuesta de un pleno determine toda la gestión» y añadió que la Junta de Gobierno también tiene capacidad de maniobra. «Sacaremos este gobierno en minoría adelante; un gobierno en minoría también es legítimo».
Apoyo del PP
La alcaldesa pidió su apoyo a los populares, pero recordó que entre sus filas también hay regidores imputados. «No abandonaré la posibilidad de abundar en la transparencia», aseveró. Para finalizar declaró que tiene «la tranquilidad de la serenidad» y añadió que «cuando uno no está pegado a la silla tiene libertad. Yo me puedo ir mañana, pero lo que me aguanta es mi compromiso con la ciudadanía». Desde el PP de Palma cuestionaron este compromiso y recordaron que los ciudadanos no eligieron a Calvo para ser alcaldesa, sino a Catalina Cirer.
En lo que se refiere a Miquel Nadal, Calvo le volvió a pedir que entregue su acta de regidor, aunque reconoció que su titularidad es personal. Nadal no quiso realizar declaraciones.