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La plaza Tomeu Penya es a partir de ahora más accesible y ha ganado espacio para las personas. Así lo dijo el alcalde de Vilafranca, Jaume Sansó en la inauguración de la última reforma que ha sufrido esta céntrica plaza de la vila.

Con las inversiones del Plan E, poco más de 78.000 euros, se han podido eliminar las barreras arquitectónicas que había en la plaza, instalar una marquesina para la espera de del autobús de linea, y otras reformas que han servido para mejorar el aspecto de esta antigua plaza, donde se ubica el pozo de na Xima.

Sansó señaló en su parlamento, que «estos espacios como es ahora esta plaza deben ser para las personas, no para los coches. Hace falta que sean lugares de encuentro donde la gente pueda pararse a hacer la xerradeta con los amigos, lugares de recreo y diversión».

Esta plaza tiene sus orígenes en un antiguo solar ubicado en el término de Sant Joan, que luego fue adquirido para la construcción de las escuelas y del edificio del Ajuntament, edificios que nunca se construyeron. Asimismo el pozo de na Xima, ubicado ahora bajo el catafalco de la plaza también servía para abastecer de agua todo el ganado del pueblo. A lo largo de los años, la plaza se ha conocido con el nombre de Franco, de la Constitución y ahora de Tomeu Penya.