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El municipio de Son Servera estará más vigilado gracias a la instalación de siete cámaras de vídeo vigilancia en dos puntos de la localidad, dos lugares neurálgicos dónde se concentra mucha actividad a lo largo del día. Se trata de la plaça Mallorca de Cala Millor y la zona de juegos de la calle Formentor en Son Servera.
El objetivo de esta medida disuasoria es aumentar la seguridad en la calle y sobre todo hacer frente a una serie de actos vandálicos que se han venido produciendo en estos lugares en varias ocasiones. «No se trata de intimidar a nadie pero si evitar que se destroce el mobiliario urbano, como ha pasado en otras ocasiones y no tener que estar haciendo reposiciones continuamente», exponía el alcalde de la localidad, Antoni Servera.
Ya en el mes de noviembre de 2008 se planteó esta posibilidad y ahora, un vez solicitados los permisos pertinentes se podrá hacer efectiva gracias al nuevo Plan E. El presupuesto total sube a 45.902 euros.
Conectadas con la policía
El proyecto contempla la instalación de siete cámaras fijas de videovigilancia de tecnología digital y conectadas con la Policía Local. Hay un enlace de comunicación por radiofrecuencia que irá conectado con la radio del edificio de la policía local ubicado en Cala Millor.
Cuatro de las cámaras serán instaladas en la Plaça Mallorca. Ésta se remodeló el año pasado y se dotó de nuevo mobiliario urbano, instalaciones deportivas y juegos infantiles que en ocasiones han sido objeto de actos vandálicos y que con estas cámaras se contribuirá al incremento de la seguridad en la zona.
Las otras tres cámaras serán las que se pondrán en la zona de juegos de la calle Formentor que también fue reformada el año pasado. Aparte de la función de seguridad que viene asociada al sistema de videovigilancia, lo que pretende el Ajuntament es que las zonas públicas estén bien cuidadas y que se pueda ofrecer una buena imagen que haga más atractiva la visita tanto al pueblo como la zona costera.
En el caso de la Plaça Mallorca está ubicada justo a la entrada de Cala Millor, con lo que se ha convertido en la tarjeta de presentación de la zona costera. Ha sido uno de los puntos más conflictivos. Por ello el Ajuntament ya se ha planteado en diversas ocasiones la instalación de cámaras. Incluso trasladó su preocupación a la delegación de Gobierno. Ahora con los nuevos fondos de inversión estatal será posible, ya que «está en la línea de los objetivos de sostenibilidad económica social y ambiental al incrementar la seguridad en la zona».