El ciclista mallorquín Toni Tauler se dejó ver en el Trofeo Palma y se ganó el premio a la combatividad. | Monserrat

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El sol bendijo la jornada inaugural de la Challenge en Palma y un pelotón de lujo reivindicó la carrera como el mejor acontecimiento de Balears por sus réditos deportivos y promocionales. La concentración de figuras internacionales, la condición de primera prueba del calendario europeo y los múltiples alicientes para el pedal balear son argumentos que han calado para elevar la respuesta del público.
El número de espectadores que congrega la carrera sigue al alza a medida que la clase política demuestra su escasa sensibilidad con el evento. Los cambios en el Govern, el Consell y el Ajuntament de Palma definen la agenda, pero lo cierto es que ningún representante de Cort se acercó a la cita para entregar el Trofeo Palma. Quizás fue algo que pasó desapercibido para el seguidor que disfrutó viendo a los McEwen, Freire, Schleck y compañía lo pasó por alto. Los alicientes de la carrera están por encima de los empujones o la ausencia de ellos por salir en las fotos. Ayer se ganaron las instantáneas nombres como los de McEwen y hombres como los de casa.
Toni Tauler olvida su edad cuando se coloca un dorsal y se dejó ver. Arrancó la ovación de los aficionados que se quedaron sin Andy Schleck, que tuvo que marcharse antes de entrar en acción por culpa de unas molestias en la rodilla. Su baja sólo deja en ruta a una pareja de hermanos en la carretera, ya que los deinanencs Vicenç y Marc Reynés están preparados junto a Joan Horrach para disfrutar de una etapa en casa. Este último lleva el dorsal número uno que debía estar luciendo Toni Colom, que recibió el calor de la familia del pedal al tener que ver la cita desde la barrera.