Imagen del seleccionador Vicente del Bosque durante el sorteo celebrado en Varsovia. | Bartlomiej Zborowski

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España ha quedado encuadrada junto a las selecciones de República Checa, Escocia, Lituania y Liechtenstein, en un Grupo I de la fase de clasificación para la Eurocopa de Polonia y Ucrania 2012 corto, con sólo ocho partidos, y que se antoja cómodo en el camino por renovar el título.
El sorteo de composición de grupos clasificatorios, que ha tenido lugar este mediodía en el Palacio de Cultura y Ciencias de Varsovia, desde luego no se puede decir que haya resultado desfavorable para la suerte del combinado nacional que dirige Vicente del Bosque.
La República Checa (11 en clasificación UEFA), heredera de la otrora complicada y desaparecida Checoslovaquia, Escocia (26), Lituania (33) y Liechtenstein (47), por orden de coeficientes UEFA, no son precisamente de lo peor que podía tocar de cada uno de los «bombos» en que estaban divididas las selecciones.
Y, además, como ya reconoció en ocasiones Vicente del Bosque, se ha visto favorecido con uno de los tres grupos con tan sólo cinco selecciones, lo que conlleva menos partidos a jugar (sólo 8); algo muy de agradecer con un campeonato nacional liguero muy apretado y disputado.
Tampoco han tocado desplazamientos excesivamente largos e incómodos, ni el riesgo de tener que jugar en condiciones climatológicas muy adversas.

Sudáfrica


De los rivales, ninguno de ellos estará en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. En su respectiva fase de clasificación europea, los checos fueron terceros (grupo de 6 combinados); los escoceses terceros (con 5 equipos), los lituanos cuartos; y los liechtenstenianos sextos y últimos.
España, en cambio, se clasificó para Sudáfrica 2010 como líder de su grupo, con un récord de diez triunfos en igual número de partidos disputados.
Lógicamente, los combinados checos y escocés deben poner las mayores dificultades, pero tampoco debería pasar muchos apuros una selección española que pasa por tener en sus filas gran parte de los mejores jugadores no sólo del Viejo Continente sino también mundiales.
En las filas checas hay jugadores de renombre internacional, como el meta Petr Cech (Chelsea), uno de los mejores del mundo en su puesto, los defensas Zdenek Grygera (Juventus Turín) y Marek Jankulovski (Milán), el centrocampista Jaroslav Plasil (Girondins y ex-Osasuna) o los delanteros muy veterano Jan Koller y Milan Baros (Galatasaray).
También podría citarse a Tomás Ujfalusi, del Atlético Madrid, si no hubiese decidido hace un par de años renunciar a su selección por problemas personales.
En Escocia, una selección de fuerte ritmo, desgaste físico y choque, típica representante del fútbol británico, hay menos jugadores, se conocen muy pocos jugadores internacionalmente. Los defensas Hutton y Whittaker, los centrocampistas Hartley y Fletcher o el delantero Miller, son de lo más llamativo.
Las cosas se complican para destacar a jugadores lituanos, donde los más notorios para el aficionado son Semberas, Danielvicius y Marius Stankevicius.
En caso de sorpresa mayúscula, o de no ser la mejor segunda (descontando el resultado con la última en los grupos con seis equipos), el mal menor sería la repesca del resto de segundos (11 al 15 noviembre 2011). Pero se antoja ilógico.