Vicenç Grande y Mateu Alemany estrechan sus manos poco después de sellar la venta del Real Mallorca SAD. | Joan Torres

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Mateu Alemany avisa que pasa a la acción. El propietario del Real Mallorca explicó ayer a través de una carta dirigida a los socios que desde hoy mismo tomará decisiones que calificó de «difíciles y contundentes» sin detenerse en «su grado de popularidad y de interpretación mediática». En la extensa misiva el propietario del club apunta directamente a Vicenç Grande para explicar que el 15 de enero de 2009 cuando regresó al club la situación era «desastrosa» y que la realidad de «endeudamiento insostenible y gasto anual totalmente desmesurado, comprometía y compromete la viabilidad del Real Mallorca».
Alemany insiste en su idea de hallar un comprador formado por un «grupo de mallorquinistas» y cree «improbable» vender la entidad a «alguien que no esté vinculado a esta tierra». Reconoce que fue «engañado» al trapasar el club a la familia Mingarro y vuelve a admitir que «me equivoqué».
15 de enero de 2009 sustituyendo a Vicenç Grande cuyo concurso de acreedores perjudicaba seriamente a la salud deportiva del Real Mallorca. Los administradores concursales que tutelaban la crisis de las empresas del promotor inmobiliario prácticamente impusieron el regreso de Alemany, que se hacía con una opción de compra del 94% de las acciones. Ese momento en el tiempo fue calificado de «dramático» por Alemany en la misiva remitida a los socios y donde apunta que en esos momentos «el equipo era colista tras finalizar la primera vuelta y desde el punto de vista institucional, social, económico, financiero y organizativo, la situación del club tan sólo podría tener un calificativo: desastrosa».
El propietario actual recuerda que «la calidad de la plantilla y el cuerpo técnico, y ello, junto a la situación de endeudamiento insostenible y gasto anual totalmente desmesurado, comprometía y compromete la viabilidad del Real Mallorca», así de claro y realista se expresa Alemany.«Está claro, y así lo he reconocido en público de forma reiterada, que me equivoqué», sentencia Alemany respecto a la venta a la familia Martí Mingarro. «El hecho de que fuésemos engañados no supone disculpa alguna. Sin embargo, gracias a este engaño y a lo vivido durante esos meses -prosigue Alemany en su carta- he aprendido cómo funciona el mundo de la compraventa de clubes», destaca Mateu Alemany.
El propietario califica de «meros especuladores, buscadores de fortuna y promoción a costa del Mallorca» a aquellos que se han acercado a nuestro club sin tener una vinculación afectiva.
En este apartado, el abogado isleño reconoce abiertamente que «cada día agradezco que las circunstancias nos hayan permitido recuperar el control de la entidad», comenta Alemany en referencia a que esto le da oportunidad de enmendar errores.