El ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. | Reuters

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El ex presidente de Estados Unidos y coordinador de la ayuda internacional para Haití, Bill Clinton, ya ha abandonado el hospital tras la intervención quirúrgica a la que se sometió ayer en la que le colocaron dos «stent» o mallas coronarias.

Clinton, de 63 años, fue operado en el hospital Presbiteriano de Nueva York, adonde acudió después de sufrir molestias en el pecho, informó su asesor Douglas Band, mediante un comunicado de prensa de la fundación que lleva su nombre.

Los cardiólogos decidieron colocarle dos «stents» o mallas extensibles en el interior de una arteria coronaria, dijo Band, que asegura que Clinton está «animado» y deseando reanudar su trabajo en favor de Haití.

El ex mandatario de EEUU fue nombrado el pasado año enviado especial del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para ayudar a la reconstrucción del empobrecido país antillano, y después del devastador terremoto del 12 de enero, le designó como coordinador de la ayuda internacional en favor de Haití.

Tras conocer la hospitalización del ex mandatario estadounidense, Ban le envió «una nota escrita a mano deseándole una pronta recuperación y agradeciéndole el formidable trabajo que ha hecho en Haití en nombre de la ONU», dijo a Efe el portavoz del organismo internacional, Martin Nesirky.

Band, por su parte, se refirió también al trabajo en las últimas semanas del ex gobernantes en su calidad de enviado especial de la ONU para Haití y coordinador de la ayuda internacional en favor del arrasado país caribeño, el más pobre de América.

El ex presidente Clinton «está animado y seguirá centrado en el trabajo de su Fundación y en el apoyo a Haití y la recuperación de ese país a largo plazo», aseguró su asesor Band.

Bill Clinton ha mantenido en el último mes una intensa actividad relacionada con los esfuerzos de ayuda a los damnificados del terremoto en Haití, adonde ha viajado en dos ocasiones en calidad de enviado especial de las Naciones Unidas.

Clinton, que fue presidente de EEUU desde 1993 a 2001, ordenó en septiembre de 1994, durante su primer mandato, una intervención militar en el país antillano para instaurar el orden democrático en ese país que durante 10 años había estado sin primer ministro.