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La película turca Bal, de Semith Kaplanoglu, ganó ayer el Oso de Oro de la 60 Berlinale, que dio el Oso de Plata al Mejor Director a Roman Polanski, por The Ghost Writer, ausente de la ceremonia y del festival al estar bajo arresto domiciliario en Suiza. Polanski, cuya inclusión a competición fue interpretada como un gesto hacia el colega en dificultades por sus cuentas pendientes con la justicia de EEUU, obtuvo el galardón por su filme sobre Ewan McGregor.
Bal es una película poética, hecha de silencios, sobre un niño que sólo habla con fluidez a susurros con su padre, que un buen día queda suspendido de la rama de un árbol, en un bosque, cuando va a recoger la miel de sus colmenas.
El jurado de la Berlinale, presidido por Werner Herzog, se volcó asimismo hacia la película del joven realizador rumano Florian Serban Eu cand vreau sa fluier, que se llevó el Gran Premio Especial, además del Alfred Bauer, en memoria del fundador del festival.
El Oso de Plata a la Mejor Actriz fue para la japonesa Shinobu Terajima y la Plata al Mejor Actor fue, compartida, para el dúo de actores formado por Grigoru Dobrygin y Sergei Puskepalis.
La de ayer fue una ceremonia sobria, más incluso de lo que suele ser de por sí la gala de clausura de la Berlinale, tras una edición de cumpleaños que quedó empañada por la parca presencia de grandes astros.