El paro es una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos de las islas. | ultimahora.es

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La preocupación por la corrupción política se ha convertido en el tercer problema más importante para los ciudadanos de las Illes Balears, por encima de la inmigración y del acceso a la vivienda, aunque todavía por debajo de la inestabilidad laboral y de los problemas económicos, que siguen siendo las principales cuestiones que quitan el sueño a los residentes del archipiélago, aunque cada vez por un margen más estrecho que los políticos.

Así se pone de manifiesto en la encuesta de Clima Social elaborada por la Fundación Gadeso durante la segunda quincena de este mes, que recoge resultados de 900 entrevistas realizadas entre ciudadanos de todas las islas, y que apunta notables diferencias respecto a trabajos anteriores y, en especial, respecto a los datos de todo el Estado español recopilados por el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de enero.

Según el estudio, en las islas como en España, el paro es la principal preocupación entre los ciudadanos, aunque los encuestados «insisten» en ligarla a la inestabilidad laboral, a través de la precariedad y de la temporalidad. Los problemas económicos son el segundo motivo de desasosiego, tanto en la península como en el archipiélago, pero con la precisión de que en Baleares inquieta de una forma más acentuada la situación de las familias.

La diferencia más sustancial se produce en el tercer problema, que para el conjunto del Estado es el terrorismo (17,6%) y para los isleños ni siquiera figura entre los cinco principales, a pesar de que en el verano de 2009, por primera vez en la historia, se produjeron atentados de ETA con víctimas mortales en Baleares. Un aspecto diferencial que, sin embargo no provocó que la percepción de ese problema avanzase en la tabla.

A cambio, los baleares establecen un «vínculo inevitable» entre la clase política y la corrupción, según señala Gadeso. Y, por ese motivo, lo convierten en el tercer asunto más preocupante de la actualidad, con el 46,3 por ciento de las respuestas obtenidas. Y, cabe señalar que para el primer y segundo problemas las proporciones de respuestas positivas fueron del 54,2% --frente al 82,7% estatal-- y del 50,3%, respectivamente, unos márgenes relativamente poco superiores.

Para el presidente de la fundación, Antonio Tarabini, lo más importante de la encuesta no es que la corrupción política pase a ocupar el tercer puesto --tras pasar sucesivamente, por el 6º, 5º y 4º-- en el ranking, sino la «intensidad», ya que sube en un porcentaje «mucho más alto ahora que hace unos meses», subrayó en declaraciones realizadas a Europa Press, en las que precisó que eso «no significa que haya repercusiones electorales de manera automática», dijo.

El experto sociólogo, que estudia la sociedad balear desde hace más de 20 años, aclaró que en las islas la corrupción política es considerada «algo normal», por lo que el incremento de la preocupación «es más probable que se traduzca en abstención, que no tiene una repercusión electoral marcada», indicó. Sin embargo, también acarrea una «desconfianza muy radical respecto a las instituciones democráticas y quienes las gobiernan», señaló.

Los políticos puntúan a la baja

Esta cuestión se ve reforzada, además, por el descenso en la valoración ciudadanos que experimentaron los principales líderes políticos, que, sin embargo, ahora son más conocidos. Concretamente, el 91% de los consultados saben quien es Francesc Antich, presidente de la Comunidad Autónoma y máximo responsable del PSIB-PSOE, frente al 66% que admitieron saberlo en el octubre de 2009, en otra encuesta de la misma fundación.

Ese estudio, que ya apuntaba una baja valoración a los políticos de las islas, asignaba a Antich un ratio del 4,5, que en febrero de 2010 se sitúa en el 4,1, con la pérdida de un 0,4 en cuatro meses. Pero, desde luego, no ha sido en beneficio de la oposición, por que el presidente del PP, José Ramón Bauzà, pasó en el mismo periodo del 4,2 al 3,7 actual, a pesar de que le conoce un 10% más de ciudadanos --pasa del 38% al 48%-- que antes.

Y, entre los partidos minoritarios, por un lado el portavoz parlamentario del Bloc, Biel Barceló, es el único que se mantiene, con un 4,2 antes y ahora, a pesar de que ha mejorado un poco su reconocimiento por los residentes de las islas --del 59% al 65%--; una situación que es bien distinta en UM, donde se ha pasado de la valoración del 4,2 que tenía --con un 42% de conocimiento-- en octubre Miquel Àngel Flaquer, al 3,7 --con un conocimiento del 37%-- de su nuevo presidente, Josep Melià.

Los ciudadanos esperan un pacto

La encuesta de Clima Social elaborada de Gadeso también señala cuáles son las medidas que los ciudadanos esperan que los políticos adopten para mejorar la situación política. En primer lugar, que el Govern alcance un pacto con la oposición (30,6% de los encuestados), seguido por que se mantenga el Govern en minoría, gestionando los presupuestos ya aprobados (25,2%), y de que el PSOE pacte con el PP (12,7%) para gobernar las instituciones.

Además, un 11,4% de los residentes que participaron en el estudio reclamaron que Antich se someta a una moción de censura y, si la pierde, que convoque elecciones anticipadas; un 10,6% pidieron que el PP presente una moción de censura con un candidato alternativo y, finalmente, un 9,5% que se convoquen elecciones anticipadas en la Comunidad Autónoma pero no en el resto de instituciones de las islas.


Pesimismo ante la economía

La percepción negativa de la situación domina también la economía, que, junto al paro y la inestabilidad laboral, centran los desvelos de los ciudadanos, que, en un 12 por ciento de los casos esperan un empeoramiento en 2010, mientras que el 42% estiman que continuará igual que el ejercicio anterior, mientras que sólo un 35% afirman que mejorará --un 11% no lo saben--, unas proporciones que se repiten con pocos cambios en todas las islas.

La economía es valorada con un 4,3 sobre 10 por el conjunto de los residentes del archipiélago, aunque la sensación de negatividad es más acentuada en Menorca, donde la valoración se reduce al 4,1, pero en ninguna isla alcanza siquiera la mitad del baremo (5). Y, en la misma línea, el 61% de los consultados piensan que no se crearán nuevos puestos de trabajo este año, frente al 28% que piensan que sí --un 11% lo desconoce-- se reactivará el mercado laboral balear.

Contrarios a la jubilación a los 67

La encuesta de Clima Social de Gadeso también aborda otros aspectos de la actualidad, que, aunque no suelen figurar entre las principales preocupaciones 'históricas' de los ciudadanos, en momentos concretos, pueden pasar a cobrar importancia. Tal es el caso de la propuesta estatal de retrasar en dos años, hasta los 67, la edad de jubilación, que los residente de las islas rechazan en un 82% de los casos, frente al 18% que están de acuerdo.

Precisando lo anterior, un 93 por ciento de los residentes en las islas consultados para este estudio consideran que la jubilación a los 67 años de edad debería ser voluntaria, mientras que un 7% afirma que es mejor que sea de carácter obligatorio. Y, respecto a las prejubilaciones que se promueven en algunas empresas, los ciudadanos afirman no estar de acuerdo con esa práctica en un 98% de los casos, mientras que un 2% sí la respaldó.