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El hombre que mató de formá «extremadamente sádica», según la Fiscalía, a su perro en Palma en febrero del año pasado, compareció ayer ante el Juzgado de lo Penal número 2 de Palma. El acusado se enfrenta a una petición de tres meses de cárcel por un delito de maltrato a los animales. Lo bajo de la petición de pena se explica en que el fiscal Adrián Salazar solicita que se le aplique un eximente incompleto por el trastorno compulsivo obsesivo que padece. La defensa, por su parte pide su absolución porque no era consciente de lo que hacía y dado que su enfermedad le imponía una necesidad incontenible de ver sangre.
La joven que vivía con él en la vivienda y que estaba la noche que ocurrieron los hechos contó que oyó algo extraño y se levantó. «Esa noche había bebido mucho y pensé que había hecho algo. Lo vi salir de la habitación lleno de sangre y me dijo que le perdonara, que tenía que hacerlo», afirmó.
Al lugar también acudieron el padre y la madre del acusado. Tanto ellos como la compañera de piso contaron una serie de incidentes previos que acreditan la enfermedad del acusado. Así, oía voces y se autolesionó en alguna ocasión con una cuchilla de afeitar.
Desde que ocurrieron los hechos, el acusado está bajo tratamiento psiquiátrico. El fiscal pide que se le impida trabajar con animales durante tres años.