'Mundos y vicios', la obra de juli Ramis que adquirió el galerista Miquel Alzueta.

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La apuesta de la galería Maneu por la obra de Juli Ramis en la feria Art Madrid obtuvo excelentes resultados, tanto en lo económico como en el de promoción de la obra de este artista. Los lienzos y papeles originales del solleric que se exhibían en el expositor despertaron el interés de coleccionistas y profesionales del sector, lo que se tradujo en la venta de dos de sus trabajos, datados en la década de los años treinta del pasado siglo, y la organización de una exposición en la Península. Por otra parte, en el museo Can Prunera de Sóller se instalará de forma permanente un espacio dedicado a su pintura.
«Ramis es un pintor que me interesa desde hace tiempo, del que conocía alguna obra y del que tenía el proyecto de hacer una exposición para que la gente le conozca más», comentó ayer el galerista Miquel Alzueta, el comprador del óleo sobre tela Mundos y vicios que Ramis pintó en 1932 con unas medidas de 95 x 65,5 cm, una tela «muy atractiva, poco convencional, que nosotros llevamos a Madrid para exponer y no para vender», explicó Pep Llabrés, responsable del expositor de Maneu.
Alzueta, que tiene una galería en Madrid y otra en Barcelona, comentó ayer: «Artistas españoles que, como Ramis, tuvieran contacto con las vanguardias históricas hay pocos». Del trabajo del solleric, «olvidado y poco divulgado», destaca «la facilidad» que demostró para «absorber» las distintas corrientes que entonces llegaban de París. «Ramis trabajó líneas diferentes» y seguramente por ello «no tuvo, digamos, un estilo reconocible, marcado, lo que, tal vez, le haya convertido en un autor maldito». Para este galerista, Ramis merece que «le saquen del olvido».
En cuanto a la otra obra vendida en Madrid, la adquirió un coleccionista privado «que no conocía a Ramis», contó Llabrés, pero que se enamoró de Nu, un desnudo femenino igualmente pintado en 1932, de 85 x 61 cm, «picassiano, con fondo azul, muy dulce y poético». Según relató este galerista, fue una compra-flechazo. «El coleccionista vino tres veces al expositor, pidió información sobre el artista, le contamos algunas cosas, le regalamos un catálogo de Ramis y, finalmente, se decidió».
Ambos cuadros se exhibieron el pasado año en Can Prunera en Juli Ramis inédit.