Tuni Adrover, en una imagen captada en el tren de Sóller. | S. Amengual

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Gregorio Manzano está a punto de recuperar a uno de sus viejos argumentos en el trayecto hacia las competiciones europeas. Tuni Adrover, de baja desde principios de año por una serie de problemas físicos, protagonizó ayer una de las imágenes más llamativas de la sesión de entrenamiento del Mallorca. El centrocampista solleric se reincorporó de nuevo al trabajo de la plantilla y aunque todavía está a la espera de recibir el alta médica, su regreso es un hecho.
Tuni inició la temporada con el depósito lleno de combustible (fue titular en cinco de las seis primeras jornadas), pero una lesión que le obligó a perderse el encuentro ante el Getafe y la irrupción de la mejor versión de Gonzalo Castro le apartaron del once y desde entonces apenas ha tenido protagonismo. No obstante, seguía siendo una alternativa fiable para el costado izquierdo del centro del campo hasta que el infortunio se cebó con él durante uno de los partidos de Copa contra el Rayo Vallecano. Abandonó durante el primer tiempo el tapete de Vallecas después de que un mal gesto le provocase por unas molestias en el muslo y las pruebas posteriores, pese a descartar una rotura fibrilar, airearon una elongación a nivel de la inserción del abductor del muslo derecho.
El mallorquín parecía recuperado, pero en su primera reincorporación al grupo siguió sufriendo molestias al nivel del pubis y los servicios médicos del Mallorca decidieron aplicarle un tratamiento a largo plazo (basado en el trabajo fisioterapéutico y de gimnasio que permitiera afrontar las cargas posteriores) para asegurar su total rehabilitación. La mejoría empezaba a ser evidente y Tuni reinició los entrenamientos sobre el campo a principios de la semana pasada, aunque hasta ayer no volvió a ejercitarse con el resto de sus compañeros. Una vez que reciba el alta volverá a poner su zurda al servicio de un equipo que precisa de su clase en uno de los tramos más peliagudos de la campaña.
Prohibido fallar
Por otra parte, el defensa mallorquinista Quique Corrales, que cubrirá el domingo la baja de Ayoze Díaz (el canario está sancionado por acumulación de amonestaciones), recordó ayer que los tres puntos que habrá en juego el domingo ante el Sporting «no se pueden escapar».
«Hay que ganar como sea», recordaba el sevillano, ya que «en casa no podemos fallar como lo hemos hecho jugando como visitante. Tenemos 40 puntos, la permanencia se ha logrado y ahora hay que mirar más arriba», argumentaba el zurdo.
Con respecto a su falta de minutos, Corrales apuntaba que «el equipo está fenomenal y es muy difícil entrar en la convocatoria. Ahora tengo una oportunidad y no puedo desaprovecharla, aunque lo más importante es la unión de la plantilla ya que todos remamos hacia el mismo lado».