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La recuperación efectiva de la plataforma de la carretera Andratx-Estellencs-Banyalbufar se ha iniciado con el sistema de contención de la montaña, a la que seguirá el trabajo de reconstrucción de la vía recientemente derrumbada. El departament de Carreteres del Consell calcula que la apertura al tráfico rodado, al menos parcial, se producirá en la tercera semana de mayo.
Ayer, mientras las máquinas iniciaban las tareas de recuperación del terreno -en medio de una discreta niebla-, el conseller insular d'Obres Públiques, Antoni Alemany, y el director insular de Carreteres, Ernest Santamaria, explicaban a pie de obra los pormenores del proyecto y el calendario de trabajo a los alcaldes de Estellencs, Bartomeu Jover; de Banyalbufar, Mateu Ferrà, y de Andratx, Isabel Alemany.
Según el conseller, una vez creados los accesos para la llegada de la maquinaria pesada, se inicia el proceso de sujeción de la montaña mediante un muro de hormigón armado que se cimenta sobre pilotes dispuestos en dos alineaciones, una vertical y otra perpendicular al círculo de ruptura.
Demandas
Está previsto que la instalación de los sistemas de micropilotaje se extienda durante cinco semanas, mientras que la construcción del muro ocupará tres. Seguidamente comenzará la reconstrucción del tramo hundido de la carretera y los diferentes acabados para retornarla a su estado anterior.
«La idea -indicó ayer el conseller Alemany- es abrir la carretera al tránsito, si no surgen imprevistos, con un solo carril de una dirección, en la tercera semana de mayo, y el objetivo es abrirla totalmente a la circulación lo más pronto posible, de forma segura y dando respuesta a las lógicas demandas de los alcaldes de los municipios afectados».
El conseller d'Obres Públiques recalcó que «la actuación que se lleva a cabo es técnicamente complicada», pero que a la postre «obedece ante todo a criterios de seguridad», y en ese sentido precisó que «se han descartado intervenciones en teoría más rápidas precisamente porque con ellas no quedaba asegurada la fiabilidad para el futuro del tramo afectado por el derrumbre de la montaña».