El magistrado Baltasar Garzón, ayer durante la conferencia pronunciada en la sede de la Confederación de Empresarios de Andalucía. | Efe - Juan Ferreras

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La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha rechazado el recurso que interpuso el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón contra el auto dictado el pasado mes de febrero por el magistrado de este órgano Luciano Varela en el que se exponían los motivos para sentarle en el banquillo por una presunta prevaricación cometida en su investigación de las desapariciones durante el franquismo. La resolución no entra en el fondo para no «contaminarse».
De este modo, la resolución, cuyo ponente ha sido el magistrado Adolfo Prego, no entra en la decisión sobre si Garzón debe ser o no finalmente juzgado, sino que se limita a señalar que no hay motivos que invaliden los argumentos iniciales del instructor Varela, por lo que no cabe el archivo. La Sala argumenta que si realizara dicha función valorativa incurriría «en el perjuicio contaminante que el legislador busca evitar».
Petición de pruebas
Por ello, esta resolución supone un paso más en el primero de los procedimientos abiertos contra el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 en el Tribunal Supremo. Ahora, el instructor Varela tiene vía libre para acordar el procesamiento del juez, si bien antes tiene que resolver sobre la petición de pruebas solicitadas por Garzón en su defensa, decisión que es recurrible.
Por su parte, el juez defendió su «inocencia absoluta» y la «regularidad» de su actuación en la investigación que abrió en relación con las desapariciones durante el franquismo, aunque aseguró que no teme sentarse «en el banquillo de los acusados». «Aunque a algunas personas, muchas o pocas, les gustaría ver esa imagen, me defenderé y demostraré la inocencia que siempre ha presidido mi actuación», dijo.
El juez precisó que no había leído el auto del Supremo en el que se desestimaba el recurso de apelación que había planteado su defensa y que conocía dicha desestimación por su abogado, de forma que precisó que «por lo que sé, el auto no entra a valorar ninguno de los argumentos que habíamos planteado».