TW
0

Todos los partidos de Inca en la oposición (PSOE, Bloc y Independents) se mostraron ayer contrarios a la decisión del Ajuntament d'Inca de privatizar el servicio de limpieza viaria. Los 11 votos del equipo de gobierno (PP), sin embargo, permitieron iniciar los trámites que pondrán en manos de una empresa la gestión de dicho servicio.
El PSOE esgrimió que la privatización supondrá «un recorte de los derechos de los trabajadores, un incremento del coste del servicio de entre el 30 y el 40 por ciento y una discriminación a parte de los inquers». Los socialistas consideraron «inadmisible» que los operarios de limpieza estén obligados a llevar un chip que informe sobre su posición exacta durante el horario laboral. Xavier Ramis, portavoz del PSOE, incluso intentó presentar una enmienda para que los concejales del Ajuntament también lleven un chip. «Queríamos poner en evidencia al equipo de gobierno», explicó Ramis después. Sin embargo, la enmienda no prosperó: el alcalde Pere Rotger la calificó de «idiotez» e impidió que se votara.
Àngel García, edil de los Independents d'Inca, acusó al equipo de gobierno sacar adelante la privatización del servicio «por comodidad».
Catalán
Por otra parte, el PP se opuso e impidió que saliera adelante una moción del Bloc a favor de la unidad de la lengua catalana. Los «populares» intentaron enmendarla hasta el punto de «desproveerla de su espíritu», en palabras de Antoni Rodríguez, concejal del Bloc. «Pere Rotger ha hecho todo lo posible para votar en contra de la unidad de la lengua», sentenció Rodríguez. Cabe señalar que Rotger es considerado uno de los representantes del sector más regionalista y menos españolista del PP.