Una fotografía del presidente de Polonia, Lech Kaczynski, y de su esposa, Maria Kaczynska, ha sido colocada junto a decenas de flores frente al palacio presidencial en Varsovia. | Efe - Tomasz Gzell

TW
1

El pueblo polaco quedó sumido en el llanto por la muerte de su presidente, Lech Kaczynski, fallecido en una catástrofe aérea que ha dejado además parte de las instituciones polacas huérfanas, y hará necesaria la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas en un plazo máximo de dos meses y medio. La tragedia unió, una vez más, a los ciudadanos polacos, que dejaron de un lado la rivalidad política entre conservadores y liberales para llorar juntos por la muerte de Kaczinski y del resto de altas personalidades que viajaban en el avión siniestrado en el aeropuerto de Smolensk (Rusia).
El propio primer ministro y hasta ayer gran rival político de Kaczynski, Donald Tusk, no podía reprimir las lágrimas tras conocer la noticia, mientras miles de compungidos varsovianos acudían en masa a las puertas del palacio presidencial para depositar flores y velas.
La Segunda Guerra Mundial
Mientras una cola de cabizbajos ciudadanos esperaba su turno para firmar en el libro de condolencias. Para muchos polacos, se trata ya de la mayor tragedia nacional vivida por Polonia desde la Segunda Guerra Mundial y que, para más desolación, tuvo como escenario las cercanías de Katyn, «un lugar maldito para la historia polaca», como dijo ayer el ex presidente Aleksander Kwasniewski.
Hace 70 años, más de 20.000 oficiales del Ejército Polaco fueron asesinados en Katyn por orden de Stalin, en uno de los episodios más llorados de la historia polaca del siglo XX. «Allí murió la elite militar polaca, ahora lo hizo la de la actual República», añadía Kwasniewski. «Un drama como éste no lo ha visto nunca el mundo moderno», lamentó Tusk.
«Han muerto los jefes de las instituciones estatales más importantes, parlamentarios, sacerdotes, comandantes de las Fuerzas Armadas, el vicepresidente del Parlamento y líderes de partidos políticos», lamentaba el primer ministro antes de trasladarse a la zona del accidente. También el líder de la oposición conservadora polaca, Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del fallecido presidente y ex primer ministro del país, decidió viajar a Smolensk. El accidente se produjo por la niebla y después de cuatro intentos. Las dudas saltan sobre la antigüedad del avión presidencial, un Túpolev-154. Mientras, expertos rusos no descartan que el piloto recibiera una orden del mandatario forzándole a aterrizar pese al mal tiempo.