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El suizo Roger Federer, número uno del mundo, padeció ayer un estrepitoso hundimiento en el Foro Itálico de Roma, escenario del cuarto Masters 1000 del curso, de donde se despidió de forma precipitada víctima del talento del letón Ernests Gulbis, que se impuso después de dos horas de partido en tres sets (2-6, 6-1 y 7-5). Una buena noticia para Rafael Nadal, el vigente ganador del torneo, que se estrena hoy (15.00 horas, IB3) ante el alemán Philipp Kohlschreiber.
La puesta en escena sobre arcilla de Federer fue fugaz. Roma, un torneo que se le resiste, fue el escaparate elegido por el helvético para adaptar su maquinaria a esta superficie, la que más le incomoda, orientada a rememorar el éxito del pasado año con la conquista de Roland Garros por primera vez en su carrera. Entonces en París se encontró un recorrido sin el manacorí.
La sombra del español amenazaba su pase a la final de Roma del 2010, con un eventual enfrentamiento en semifinales. Ya no llegará la cita. Federer fracasó ayer en Roma.
Días atrás el suizo proclamó en su primera comparecencia ante la prensa en el Foro Itálico un «gran estado de forma» para el evento, «mucho más relajado que en ocasiones anteriores» para afrontar en condiciones esta competición.
Ayer, tras un comienzo arrollador ante Gulbis, al que venció meses atrás en el torneo de Doha, Federer fue víctima de su propia superioridad. Suele ocurrirle al número uno del mundo. Cuando quiere apretar, con el marcador enquistado, su rival ha alcanzado un nivel de entusiasmo difícil de frenar.
El letón transita por el número 40 del ránking mundial. Años atrás, en su irrupción por el circuito, fue considerado uno de las grandes promesas del tenis. Su enorme talento advertía nuevos vientos en la competición. Sin embargo, el tiempo ha corrido en su contra y está más o menos donde empezó. Sin explotar.
Federer, que ha dosificado su calculado calendario, se dejará unos cuantos puntos en el camino. El año pasado acumuló 360 por alcanzar las semifinales, donde perdió ante el serbio Novak Djokovic.
El brillo del número uno del mundo resplandece menos en el arranque del presente ejercicio. Tras el triunfo en el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada, su paso por los Masters 1000 ha sido discreto. En Miami sólo ganó dos partidos -al ecuatoriano Nicolás Lapenti y al francés Florient Serra-, para perder en octavos con el checo Tomas Berdych. En Indian Wells únicamente superó al rumano Victor Hanescu. Cayó ante el chipriota Marcos Baghdatis. Renunció, luego, a Montecarlo y en Roma no ha ganado ningún partido. Ha sucumbido ante Gulbis en treintaidosavos de final.
También ganaron Hewitt, Wawrinka, Feliciano López, Bolelli, Hanescu, Troicki, Djokovic, Almagro y Bellucci, a falta de que finalizaran los partidos de Murray (ganó el primer set a Seppi) y de Ferrer ante Korolev.