Los 8.091 metros del Annapurna y su peligrosidad agrandan su leyenda. | Redacción Digital

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Eran las 16:15 horas (12:15 en España), y la noche se echaba sobre el Annapurna. Una de las cimas más peligrosas del planeta, uno de los catorce 'ochomiles' y todo un mito en el mundo del montañismo, recibía a tres nuevos visitantes (una veintena escalaron ayer). A un viejo conocido de las alturas, Juanito Oiarzabal, le acompañaban Carlos Pauner y un osado mallorquín que alcanzó los 8.091 metros sobre el nivel del mar del coloso. El nombre de Tolo Calafat ya forma parte de la leyenda y la gesta que firmó ayer le permite hollar su quinto 'ochomil'. Antes lo hizo con el Everest (formó parte de la primera y única expedición isleña que lo ha hecho), el Cho Oyu, el Broad Peak y el Sisha Pangma.
No ha sido tarea fácil. Calafat ha vuelto a conseguir llevar a 'Mallorca a dalt de tot', un lema que ha hecho suyo a base de un esfuerzo titánico. La actividad ha sido frenética a lo largo de las jornadas previas a la gesta. Abandonado el Campo 3, la llegada al 4 (7.100 metros) el lunes activó el asalto a la cúspide. Las difíciles condiciones climatológicas (una temperatura de 30 bajo cero y vientos de 70 km/h), el cansancio físico y mental acumulados, la longitud de la ascensión, la cantidad de nieve acumulada en el pico y el desnivel de la subida (unos mil metros) parecían demasiados hándicaps para Calafat, que añade el Annapurna al resto de 'ochomiles' conquistados y a otras cimas como el Aconcagua o el Monte Elbrus, tras una larga subida.
Récord
Oiarzabal elevó hasta 24 el número de ascensiones a las montañas de más de ocho mil metros, lo que le mantiene como el montañero con más 'ochomiles' subidos del mundo. Juanito pretende ser el primero que logra ascenderlas todas en dos ocasiones, triplicando en algunos casos.
Calafat y el resto de la expedición apenas estuvieron unos minutos en la cima, acelerando el descenso hacia el Campo 4 al caer la noche sobre el Himalaya. La lentitud y complejidad del proceso se vio aliviada por la luna llena que ayudó a mejorar la visibilidad, aunque hasta el Campo 3, la bajada será costosa. Al cierre de esta edición, Oiarzabal y Pauner habían llegado al Campo 4, mientras Calafat estaba cerca, permanentemente comunicado con sus compañeros y en compañía de un sherpa. El balear optó por ralentizar la marcha y descansar dada su fatiga.
Por otra parte, la alpinista surcoreana Oh Eun-sun alcanzó también la cima del Annapurna, siendo la primera mujer en conquistar los catorce 'ochomiles'. Oh Eun-sun competía con Edurne Pasaban, pero la española insistió en las dudas sobre el ascenso de la coreana al Kanchenjunga. Pasaban dijo que algunos sherpas de Oh Eun-sun, con la que coincidió en el campo base del Annapurna, le confesaron que la coreana no coronó el Kanchenjunga.