El acusado entra en la Audiencia cubierto, seguido de su mujer, que fue absuelta. | VML

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El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de ocho años y once meses de cárcel impuesta por la Audiencia Provincial de Palma a un alemán de 39 años por abusar de su hijo de cinco. Los hechos ocurrieron en octubre de 2006 en s'Arenal, donde vivía la familia. El padre obligó al menor a participar en juegos sexuales y le practicó una felación.

Los abusos fueron descubiertos porque el menor comenzó a mostrar un comportamiento sexualizado en el colegio. En una entrevista con una psicóloga, el niño realizó una serie de dibujos en los que representaba a su padre desnudo con una lengua larguísima que alcanzaba al propio menor. A raíz de ahí, la Guardia Civil intervino en la vivienda y descubrió que el acusado tenía en su ordenador vídeos pornográficos en los que aparecían menores.

La madre
En el juicio también estuvo acusada la madre del niño que fue absuelta después de que el menor no la implicara. La defensa argumentó ante el Tribunal Supremo que no existía prueba de cargo suficiente para condenar al acusado. El Supremo, mediante un auto repasa las pruebas valoradas por la Sección Primera de la Audiencia en su condena y apunta que: «El Tribunal de instancia ha valorada y ponderado racionalmente las pruebas practicadas», de manera que no admite el recurso. También rechaza que exista una calificación errónea de los mismos y recuerda que, según su propia doctrina, «es equivalente acceder carnalmente a hacerse acceder».

La sentencia impone también al acusado la prohibición de comunicarse y ver al menor por un periodo de diez años. En el juicio, el acusado interrumpió la declaración del niño al gritar su nombre seguido de un «¡te quiero!», después de lo que el menor no volvió a contestar.