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Los cuatro activistas de Greenpeace liberados en Copenhague, entre ellos el español Juan López de Uralde, criticaron ayer la «represión» a la que la policía danesa sometió a las organizaciones sociales durante la cumbre climática.
En una rueda de prensa celebrada a bordo del buque insignia de la organización ecologista, el Rainbow Warrior, el director de Greenpeace en España sostuvo que la liberación de los activistas fue resultado de «la presión internacional y de la presión ciudadana».


Derecho democrático

López de Uralde calificó de «innecesariamente cruel» el trato recibido por parte de las autoridades danesas durante sus 20 días de prisión preventiva. El ecologista español defendió el «derecho democrático» de la sociedad civil a celebrar actos de protesta pacíficos para expresar sus demandas y ambiciones y reiteró que volvería a realizar «mil veces» la protesta que le condujo a prisión.
López de Uralde argumentó que ya la primera noche de su detención un policía les comunicó que no habían «cometido ningún crimen» y que un día más tarde se les expulsaría del país.
El director de Greenpeace Internacional, el sudafricano Kumi Naidoo, criticó la dureza de la actuación policial y sostuvo que en actos similares desarrollados en los últimos meses en Bruselas o Barcelona, los activistas pasaron un máximo de tres días en prisión.
Naidoo aseguró que la «historia juzgará quiénes fueron los criminales en la cumbre de Copenhague» y aseguró que señalará a los líderes mundiales, que «fracasaron» en alcanzar un acuerdo contra el cambio climático, y no a los cuatro activistas de Greenpeace.
Afirmó que su detención y encarcelamiento ha servido de «desafortunada distracción» sobre por qué acudieron tantas organizaciones sociales a Copenhague y por qué los políticos no «cumplieron con su responsabilidad».
Explicó que Greenpeace se ha puesto en contacto con el Instituto Danés de Derechos Humanos para «explorar la cuestión» del arresto pero insistió en que eso «no debe desviar la atención» y reclamó a los Gobierno que alcancen un acuerdo que «salve el futuro».