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El ex presidente del Gobierno José María Aznar auguró ayer en TVE que España alcanzará los cinco millones de parados «de forma inevitable», lo que considera una «inmensa tragedia».

Aznar se mostró muy crítico con la política económica de Zapatero y consideró que fue «un error» el que paralizara las reformas económicas, negara la crisis y tomara otras decisiones que la han «agravado», a la vez que definió a España como «la mayor fábrica de parados de Europa, sin parangón».

Respecto al presunto chivatazo a ETA del 'caso Faisán', dijo que «es difícil creer que un mando de la policía, con rango de director general, actúe al margen de criterios políticos», e indicó que por ello debe comparecer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para dar explicaciones.

En materia de política antiterrorista, reconoció que mantuvo contactos con ETA, pero subrayó que lo que nunca hizo fue «autorizar una negociación política», «organizar una guerra sucia» o «dar chivatazos».

«Mi tiempo ya se fue»
Sobre una hipotética vuelta a la política, Aznar afirmó que su tiempo político «ya se fue» y aseguró: «No tengo el más mínimo interés, ni tentaciones, ni ambiciones de volver a la política», aunque reconoció que hay gente que se lo pide.

En cuanto a la sucesión de Zapatero, recordó que él abandonó la presidencia al concluir su segundo mandato: «Dije que estaría ocho años y estuve, y Zapatero, estando en la oposición, dijo que estaría ocho. Vamos a ver cuántos está y si lo cumple o no».

Sobre el 'caso Gürtel', señaló que «no le preocupa de ese tema nada más que la Justicia actúe» y que «ponga en su sitio» a los que «se han aprovechado del PP».

En materia de inmigración, indicó que la polémica suscitada respecto al empadronamiento de los inmigrantes irregulares se debe al «error gravísimo» cometido por los que «anduvieron por España diciendo 'papeles para todos'» y que «son los mismos» que ahora gobiernan en el Ayuntamiento de Vic.

En política internacional, además de arremeter contra el papel de España al frente de la Presidencia de la UE, hizo una valoración negativa del primer año de mandato de Obama al apuntar que «ahora es parte del problema, más que parte de la solución».

También reiteró que no se arrepiente «en absoluto» de haber contribuido a «derrocar» a Sadam Hussein en Irak, como tampoco de haberlo hecho «con Milosevic y los talibanes», a la vez que subrayó que «España no envió ni un solo soldado a ese conflicto que no estuviese bajo el mandato de la ONU».