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El medio centenar de personas que se encerró esta mañana en la sede del Instituto Cervantes en Estambul ha puesto fin de forma «voluntaria» a su protesta y ha abandonado las instalaciones del centro sin haber causado ningún daño material, ya que lo único que buscaban era llamar la atención de los medios de comunicación, ha informado un portavoz de este organismo.

El grupo irrumpió esta mañana en el instituto para protestar por los despidos en la empresa pública de distribución de bebidas alcohólicas Tekel, inmersa en un proceso de privatización, que no guarda relación alguna con el Cervantes.

Según el portavoz, la elección del Cervantes para realizar la protesta se pudo deber a la situación céntrica del edificio y a que, por su carácter de centro cultural, mantiene las puertas abiertas dentro de su horario habitual.

Aunque no se han registrado daños materiales, las clases que se estaban desarrollando cuando los manifestantes irrumpieron en el edificio se suspendieron y se pidió a los alumnos que abandonaran el centro. El portavoz precisó que antes de las 13.00 horas de hoy (una menos en la España peninsular) el Cervantes había recuperado su actividad normal.