El periodista y disidente cubano Guillermo Fariñas, durante su sexto día de huelga de hambre y sed en su casa de Santa Clara. | Alejandro Ernesto

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El disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre y sed desde hace ocho días, regresó a su casa en la tarde de ayer, tras haber sido hospitalizado por desmayarse debido a un choque hipoglucémico, informaron fuentes opositoras.
Según la portavoz de la huelga, Liset Zamora, los médicos le suministraron por vía intravenosa sueros con azúcares que lo ayudaron a recobrar el conocimiento, y decidieron que, en su condición actual, no hay razón para dejarlo en el hospital de la ciudad de Santa Clara, localidad donde reside.
Zamora admitió que, en la última huelga de hambre que mantuvo Fariñas en 2006 para pedir el libre acceso de Internet en Cuba «cayó inconsciente a los 18 días y esta vez cayó a los ocho días» de mantener la huelga de hambre y sed.
Por otro lado, los cuatro disidentes presos en huelga de hambre desde la semana pasada, tras la muerte del opositor encarcelado Orlando Zapata al cabo de un ayuno de 85 días, abandonaron ya su protesta, dijeron ayer fuentes de la disidencia.
Fidel Suárez, que cumple una condena de 20 años en el penal «Kilo 8» de la provincia occidental de Pinar del Río, ha sido el último del grupo en dejar la huelga, después de que sus tres compañeros lo hicieran en los últimos días.
El propio Fariñas les había insistido para que abandonaran su ayuno por la muerte de Zapata, reconocido como preso de conciencia por Amnistía Internacional aunque el Gobierno cubano lo califica de delincuente común y a todos los opositores los llama «mercenarios» al servicio de EEUU.
Además de Suárez, los presos que participaron en el ayuno son Diosdado González, Nelson Molinet y Eduardo Díaz Fleitas, que cumplen penas de entre 20 y 21 años en la cárcel 'Kilo 5' de Pinar del Río.