«El pueblo judío lo pasa mal, pero es como el ave fénix y renace de sus cenizas»

«La falta de libertad cohíbe el espíritu emprendedor de la gente inteligente, y eso es lo que les pasó a los xuetes en Mallorca. Los que fueron expulsados o se marcharon de la Isla desarrollaron carreras brillantes gracias a la libertad de la que gozaron». Pere Bonnín detalla con estas palabras la tesis que resume su última obra, Sangre judía 2. La brillante estela de los españoles expulsados. El volumen, ya en las librerías, será presentado próximamente en Barcelona por el autor y la periodista Pilar Rahola.
Como explica Bonnín, los xuetes «pensaban que eran únicos en el mundo, pero no. Los penalizaban igual que a los judíos de todo el mundo». Desde el siglo XIV, en Mallorca fueron obligados a convertirse o a marcharse. En cualquier caso, aunque se 'pasaran' al cristianismo, «cuando hacían algo que salía de la mediocridad les acusaban de judaizar», lo que adormecía su inventiva. Los españoles expulsados demostraron sus capacidades en los países que los acogieron: en Venecia realizaron una «revolución en la banca de Venecia. Comenzó con el objetivo de poder ayudar a otros judíos españoles trasladados allí, y acabó por convertirse en un nuevo modelo bancario de ayuda al desarrollo». En Livorno crearon un auténtico «imperio comercial» y en Amsterdam «revolucionaron el comercio internacional». En Washington jugaron un papel clave en el éxito de la revolución americana. Todo ello prueba, según Bonnín, que el pueblo judío, aunque lo pase mal, «es como el ave fénix y renace de sus cenizas».
Sangre judía 2. La brillante estela de los españoles expulsados, un trabajo de campo y de biblioteca, ha sido publicado por Flor del Viento.