TW
0

Fryderyk Chopin «tuvo dos ciudadanías, la polaca de nacimiento y la mallorquina. En Mallorca encontró el ambiente propicio para desarrollar su creatividad y dejó obras que hoy podemos escuchar con emoción». Así recordaba ayer el embajador de la República de Polonia en España, Ryszard Schnepf, la vinculación con la Isla del prestigioso pianista y compositor polaco, al que se homenajeó en el Conservatori Superior de Música de les Illes Balears.
Durante el acto se procedió al descubrimiento de un busto de juventud del músico, en bronce, ofrecido por el Ministerio de Cultura y Patrimonio de la República de Polonia con motivo del bicentenario del nacimiento de Chopin.
El president Francesc Antich tuvo palabras de condolencia para el pueblo polaco por la «trágica» pérdida de su presidente, Lech Kaczynski, en accidente aéreo el pasado 10 de abril. Antich recordó la visita en 1838 del músico, de quien se pudo escuchar en el auditorio del Conservatori un programa de lieder y nocturnos, a cargo de la soprano Iwona Sobotka y el pianista Àngel Cabrera. El embajador de Polonia quiso agradecer al Govern su labor de difusión de la obra de Chopin con la entrega al president Antich de un pequeño busto del compositor para «que lo ponga en su oficina y cree un ambiente artístico».
Al acto acudieron, entre otros, los consellers del Govern Mercè Amer, Bartomeu Llinàs y Vicens Thomàs; el conseller de Presidència del Consell, Cosme Bonet; el diputado Francesc Fiol, y la cónsul honoraria de Polonia en Balears, Silvia Riera.