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Juan Carlos Alía, quien fuera primer gerente del Ibatur durante el gobierno de Jaume Matas, ingresó en la tarde-noche del pasado sábado en prisión por orden del juez Juan Ignacio Lope Sola, que instruye la llamada 'operacón Pasarela'. Alía fue detenido el pasado 30 de junio y, tras pasar tres días en los calabozos de las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía, declaró ante el juez el pasado 3 de julio y salió en libertad tras depositar, en metálico, una fianza de 30.000 euros. Sin embargo, el juez cree haber hallado nuevas pruebas incriminatorias contra Alía, como el quedarse con comisiones de entre el 10 y el 14 por ciento de los contratos que firmaba para el Ibatur. Estas nuevas pruebas, descubiertas a través de registros y declaraciones de otros imputados, hizo que el juez Lope Sola, que el pasado sábado se encontraba de guardia, cambiara la situación procesal del imputado y decretaba para él prisión provisional sin fianza. Es previsible que su abogado, Lorenzo Salvà, presente hoy un recurso contra esta medida. Es la primera ocasión en la que un acusado de corrupción en Mallorca que ha pagado una fianza ve alterado su proceso e ingresa en prisión sin haberse celebrado un juicio.

Declaraciones

Alía, tras salir en libertad bajo fianza, afirmó a la salida de los juzgados de Via Alemanya: «No he hecho nada» y contó lo mal que lo había pasado en los calabozos de la Jefatura palmesana. «Estuve solo la mayor parte del tiempo y olía a orina» o «Esto no se lo deseo ni al peor de mis enemigos» fueron algunas de las frases.

Juan Carlos Alía fue detenido junto al también ex gerente del Ibatur Raimundo Alabern y el ex asesor jurídico de este organismo, Miquel Àngel Bonet, después de que empleados públicos de alto nivel de la Conselleria de Turisme apuntaran a estos tres cargos como responsables de decenas de adjudicaciones presuntamente irregulares.

Alabern no ingresó en prisión tras depositar un aval bancario por valor de 350.000 euros y el juez impuso a Bonet una fianza de 165.000 euros, que se suman a los 85.000 que tuvo que abonar en febrero de 2009.

Tanto el juez como la Fiscalía Anticorrupción sospechan que hubo pagos masivos y muy fraccionados por trabajos que no existían o que no constaban lo que se abonó por ellos.

En el transcurso de esta operación el juez también descubrió pagos entre la cúpula del Ibatur en la época de Matas y dos empresas (Easy Concept y Over Marketing) vinculadas en la trata 'Gürtel'.

Durante la 'operación Pasarela' se han registrado numerosas agencias de publicidad de la Isla que trabajaron en aquella época con la Conselleria de Turisme, además de las oficinas del Reial Pula Golf, que recibió 17 millones de euros para la organización de un torneo del Circuito Europeo y diversas promociones de este deporte.