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El Real Mallorca lleva días negociando el fichaje de Jonathan de Guzman. El centrocampista holandés, cuyo hermano pasó por las filas del Deportivo, es uno de los valores más emergentes del fútbol de su país (en septiembre cumplirá 23 años) y llegaría a Son Moix con la carta de libertad bajo el brazo después de finalizar su relación contractual con el Feyenoord.

Sobre el papel, De Guzman encaja perfectamente en el perfil que busca la propiedad del club para reforzar la plantilla. Además de ser un jugador por el que no habría que abonar ninguna cantidad en concepto de traspaso, su juventud y polivalencia recomiendan la contratación.

Pese a haber nacido en Toronto (Canadá), su ascendencia es jamaicano-filipina y cuenta también con la nacionalidad holandesa. De hecho, es un habitual en las categorías inferiores de la oranje y desde que debutó en la Eredivisie con el Feyenoord (campaña 2005-06), siempre ha representado un papel especial en el histórico club de Rotterdam. Y aunque la temporada pasada unos problemas de rodilla le impidieron brillar, su nombre destaca como uno de los más atractivos del mercado europeo y otros equipos, como el Getafe, también pujan por sus servicios.

Jonathan de Guzman sobresale fundamentalmente por su facilidad para llegar al área rival, por su rapidez y por la efectividad de su disparo. El jugador se desenvuelve en el puesto de mediapunta, aunque puede caer también hacia el costado derecho. El gran problema que puede encontrar el Mallorca a la hora de cerrar su fichaje reside en sus pretensiones económicas, ya que ofertas no le faltarán.