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Quizás la lucha contra el crono no era su gran especialidad, pero Toni Colom ha lanzado su particular pulso al tiempo. Ha reunido las fuerzas suficientes para iniciar el mayor de sus retos: ganar una carrera con la meta situada en junio de 2011. El bunyolí, a sus 32 años y 14 meses después de ser apartado del pelotón internacional, tiene entre ceja y ceja regresar a la competición.
La llamada de la carretera ha sonado de forma incesante a las puertas del doble ganador de la Challenge a lo largo de las últimas semanas. En junio del año que viene se cumplirán los dos años de sanción que le impuso la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) a instancias de la UCI por un positivo por EPO y Toni Colom quiere estar preparado para volver por donde solía.
Una vez que ha desterrado los sinsabores del ostracismo y ha superado la criba de amigos que propició su salida del primer plano, el que fuera corredor del Katusha ha acumulado los aspectos positivos de la experiencia para tener las ideas claras y poner las piernas a punto.

Transición

No ha dejado la bicicleta en ningún momento y ha seguido vinculado al deporte del pedal como organizador y como técnico, pero ahora intensifica sus esfuerzos para recuperar el tono necesario para codearse con la élite.
Arropado por los suyos, en especial por su mujer; apoyado por sus compañeros; respaldado por sus vecinos de Bunyola y Alaró y espoleado por las caras de los chicos y chicas que entrena, Colom se ha decidido y ha comenzado a sentir los ánimos de compañeros que han pasado por lo mismo.
Ya han regresado con éxito Ivan Basso o Vinokourov y ese ejemplo de superación es el que quiere seguir Colom, que desde el primer día denunció irregularidades dentro del proceso del análisis de su muestra.
Cabe recordar que Toni Colom, que cuenta en su palmarés con victorias en las Vuelta al País Vasco y la París Niza, fue suspendido por el resultado positivo por EPO de un control fuera de competición realizado en la localidad vasca de Beasain el 2 de abril de 2009. El 8 de junio del mismo año le fue notificada la suspensión cautelar y el 28 de mayo de 2010 la RFEC hizo oficial la sanción de dos años y 46.958 euros de multa, por lo que a día de hoy ya ha cumplido 14 meses del castigo fijado.