Cuatro de los condenados durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial. | Víctor Malagón

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El Tribunal Supremo ha ratificado una condena de 24 años de prisión para un 'clan' de narcotraficantes que operaba desde la calle Marinero Moll de Palma. El grupo, compuesto por cinco personas, distribuía cocaína en Ciutat y Manacor.

La Audiencia Provincial les condenó a penas que oscilan entre los cinco años y nueve meses de prisión impuestos al cabecilla del grupo y los tres años y nueve meses. Buena parte de la condena se basó en las escuchas telefónicas realizadas al grupo. En ellas se muestran peticiones de droga, como cuando uno de los acusados pregunta al otro «¿dónde está la cerveza?».

'Lámpara'

Su interlocutor la responde que en «la lámpara de la sala» y le pide que deje de llamarle por teléfono. En otra conversación, otro conocido como 'Casposo' dice que va a ir a comprar unos cuarenta pantalones.

Ante el Supremo, las defensas alegaron que estas escuchas no eran legales. El Alto Tribunal las avala, aunque reprocha que el auto judicial que las autoriza se limite a remitirse a un oficio policial: «si bien no es un modelo deseable ni encomiable de práctica jurídica, sí es admisible». El Supremo también rechaza otra de las alegaciones de una de las defensas, que pedía que se absolviera a uno de los condenados por un error formal, dado que no habían declarado los peritos que analizaron la droga. El Supremo señala que se trata de un documento oficial que no se cuestionó en el juicio y rechaza el recurso: «Se está ante la prototípica alegación retórica y formal, carente de rigor y contenido sustantivo».