Xavi Calm, entrenador del Atlético Baleares, observa a sus jugadores durante un partido. | Redacción Deportes

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La dinámica de juego y resultados en la que está inmerso el Atlético Baleares en los dos últimos meses del campeonato han colocado a su entrenador, Xavi Calm, en una situación muy comprometida. Su crédito está en juego en una semana con dos partidos claves para seguir aspirando al liderato, ya que los balearicos visitarán mañana al Sanluqueño y el domingo al Linense tras quedar a seis puntos del Villlarreal B con su último empate. Once puntos de los últimos 27 han puesto en jaque al preparador catalán, que, como es habitual en estos casos, está en el punto de mira hasta el punto que el club blanquiazul ha comenzado a sondear el mercado ante una eventual destitución.

La histórica campaña en la Copa eliminando al Getafe y el Celta antes de caer a manos del Valencia camuflaron el inicio del declive de los isleños, que enlazaron dos derrotas consecutivas antes de que se desatara la euforia. Caer ante el Barcelona B fuera y el Sevilla Atlético en casa fueron un paso atrás que quedó eclipsado por la ilusión que generó el torneo del KO. Aquellos reveses comenzaron a dibujar una trayectoria demasiado irregular para un aspirante al primer puesto que concede el ascenso directo a Segunda División y que es el objetivo marcado en rojo por la entidad atendiendo a su inversión. Al margen de una racha con más sombras que luces a domicilio, los dos últimos empates consecutivos en el Estadi Balear han distanciado al ATB de la cabeza de la tabla y han alimentado el debate entre los responsables de la parcela deportiva sobre la necesidad de buscar un giro de timón que reactive al grupo cuando aún hay margen hasta el final del curso.

Apoyos

A favor de Xavi Calm juega el respaldo de la plantilla. El vestuario está con el entrenador y así se lo hicieron saber los jugadores la semana pasada a la propiedad, que valora el trabajo desarrollado por el técnico desde la consecución del objetivo trazado en el tramo final del pasado ejercicio hasta ahora en la puja por las posiciones de cabeza. El último empate ante el Nàstic dejó un poso amargo por el fondo, pero no tanto por las formas, ya que no se observó en ningún caso un problema de actitud. Si hay implicación del grupo y mimbres para optar a lo máximo, entonces la lupa de la dirección deportiva se pone sobre el fútbol y por consiguiente en el principal responsable de lo que sucede en el verde. Una semana con dos partidos no es en ningún caso un momento para un relevo en el banquillo salvo una debacle este miércoles, pero de lo que suceda en estos encuentros depende en buena medida la decisión final.

El trabajo de los responsables del ATB es estar pendiente del mercado para ofrecer una respuesta si llega el momento y algunos nombres ya están en la agenda por si se precipitan los acontecimientos. Desde hace años uno de los que ha sonado con fuerza es el de Lluís Planagumá, que se encuentra en la órbita de un ramillete de clubes que actualmente barajan un cambio de entrenador. El preparador catalán, que ha dirigido entre otros al Villarreal B o el Hércules, gusta y mucho para que fuera el encargado de asumir el desafío, pero antes se avecinan dos duelos claves para finiquitar o impulsar el crédito de Xavi Calm.