Sete Benavides, en el Lago Esperanza. | Jaume Morey

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Meses de trabajo y entrenamiento silencioso en las aguas del Lago Esperanza debían plasmarse en, al menos, dos series de menos de un minuto para dar el primer paso hacia el Preolímpico. El día de su 25 cumpleaños, Sete Benavides (Pollença, 9 de marzo de 1991) cumplió con el guión establecido y superó el primer obstáculo hacia los Juegos de Río. Hacia esa medalla olímpica que acarició en Londres 2012.

El piragüista del Real Club Náutico del Port de Pollença vio adelantados sus planes y disputó este miércoles en Santa Cruz de Trasona (Asturias) el primer selectivo nacional de C1 200 metros de cara a obtener plaza para el Europeo y, especialmente, representar a España en el Preolímpico de Duisburgo (Alemania), los días 18 y 19 de mayo. Allí, se pondrán en juego las dos últimas plazas a las que Benavides opta en su distancia para estar en Río 2016, el próximo mes de agosto.

El pupilo de Kiko Martín exhibió su potencial y fue el mejor en las dos primeras series, por lo que no fue necesario disputar una tercera. Con un clima adverso y viento, Sete fue el mejor en la tirada inicial de C1 200 metros, con un tiempo de 45.091. Casi un segundo de ventaja sobre Francisco Luengo, y 1’1 segundos mejor que su compañero de entrenamiento, el también mallorquín Toni Segura.

Las cosas fueron mejor en la segunda serie, en la que de nuevo Benavides fue el más destacado (43.745), seguido nuevamente de Luengo (44.897), y en esta ocasión, Segura fue cuarto (46.010). Con 2-0 y sin opción al desempate, Sete golpeó primero y espera rematar en el segundo selectivo, en el mes de abril, para hacer suya una plaza que, en caso de forzarse un tercer selectivo, se dirimiría en mayo, antes del Preolímpico. Un nuevo triunfo en el siguiente selectivo confirmaría la plaza para el pollencí, que si logra plaza olímpica renunciaría al Europeo.