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El diputado José Manuel Peñalosa y el senador Dionisio García Carnero, ambos del PP e imputados en el «caso Zamora», presentaron ayer un escrito ante el instructor del caso en el que afirman que renuncian a sus respectivos escaños.

Estos hechos ocurrieron tras la declaración en el Congreso, del presidente del Gobierno, José María Aznar, donde insistió en que jamás recibió dinero «ni para él, ni para su partido». Además, el PP aseguró que no pediría a ninguno de los dos aforados que renunciasen a sus escaños.

Ambos parlamentarios aseguraron haber tomado «voluntaria y personalmente» la decisión de dejar los escaños para «desactivar una maniobra política del PSOE. Estamos siendo un instrumento de utilización política del PSOE para dañar al PP, para tapar y hacer creer que todos somos iguales», aseguró García Carnero.

Con esto nuevo giro en la causa, previsiblemente el Supremo abandonará la instrucción del caso en favor de un juzgado de Zamora o del Tribunal Superior de Castilla y León. Deberá plantearse a qué órgano judicial corresponde la competencia del caso una vez que reciba la certificación oficial de los presidentes del Congreso y del Senado de que Peñalosa y García Carnero ya no forman parte de estas Cámaras.

El abogado de la acusación del PSOE, Jacobo Echeverría, señaló que la renuncia a sus escaños de los dos parlamentarios es «una maniobra política del PP, que pretende desconectar la bomba que es el «caso Zamora», y llevarlo a un sitio donde su repercusión sea menor».