Siguiendo el mismo modus operandi que en las dos anteriores ocasiones en que los impagos a proveedores estuvieron a punto de costarle la propiedad de su finca en Artà, el extenista Boris Becker ha vuelto a esperar al último minuto para desembolsar el dinero que esta vez adeudaba a los antiguos guardeses de Son Coll y evitar así que fuera subastada al mejor postor.
El Juzgado de lo Social número 1 de Palma debía subastar este miércoles, a las 10.30 horas, la mansión del deportista teutón, embargada por los tribunales al negarse a acatar la sentencia que le obligaba a pagar un total de 117.188 euros en concepto de sueldos y seguros sociales impagados a la pareja que durante años se encargó de la administración y cuidados de Son Coll.
Sin embargo, horas antes de iniciarse la venta al mejor postor, un representante legal de Becker depositó en el mencionado juzgado el dinero adeudado a los exempleados y se levantó el embargo.
5 comentarios
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De vegades, el problema d'aquestos casals o xaletots és que estan pensats massa per a un famós o ric i les seves cabòries. Vull dir que no sempre són bones de vendre a un altre i rescabalar-se així del seu cost.
Boris... ya ha tenido su segunda bola de partido. Todavía puede perderlo.
Me puedo hacer una idea de que clase de personas ya esperaban querarse la finca por 4 duros y algunos mandados por sus jefes para no ir ellos o detrás de un tlf y haciendo la puja otro. Seguro que mas de uno de los que fue vive de los impuestos. Seguro que anticorrupción no mira estas cosas, yo las miraría con lupa.
Tomeu ,en tocares de frecs
Que se quede en su pueblo