Sé que hay un tipo que vive entre cartones en los bajos de un edificio de la ciudad, prácticamente en el escaparate de una tienda de objetos de regalo, con su perro. En el suelo hay botellas vacías, periódicos caducados y un pequeño bebedero para el animal. Todo bastante asqueroso. Me dijeron que vende trankimazines para sobrevivir. Me figuro que no tiene adónde ir y que tal vez, si lo tuviera, preferiría no hacerlo. Dormir al raso en verano es tolerable. Me acordé de él hace unos días después de ver el confesódromo instalado en el barrio de Belém de Lisboa por la visita del papa Francisco. Impresionante. Ciento cincuenta cabinas de diseño, fabricadas en madera, con techo y dos asientos. Una preciosidad, la verdad. A ellas acudieron los jóvenes católicos a limpiar su alma –no en vano se instalaron en el Parque del Perdón– en cinco idiomas diferentes.
Otra modesta proposición
17/08/23 0:29
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1 comentario
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Para esto están ASUNTOS SOCIALES y el dinero de nuestros impuestos. La IGLESIA CON LAS COLAS DEL HAMBRE HABIDAS EN ESPAÑA creo que ya cumple una labor que TAMBIÉN DEBERÍA SER PRIORITARIA DE ASUNTOS SOCIALES.