Los dos procesados, durante el juicio celebrado semanas atrás en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania. | Alejandro Sepúlveda

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El juez de lo Penal número 3 de Palma ha condenado a sendas penas de un año de prisión al cirujano y al anestesista que participaron en la liposucción que acabó con la vida de Fátima Cherkaoui en marzo de 2017 por un delito de homicidio por imprudencia profesional grave. Asimismo ambos médicos quedan inhabilitados para ejercer la profesión durante tres años y deberán indemnizar a los dos hijos de la fallecida en 170.000 euros.

La sentencia considera probado que el proceder de los dos acusados durante la operación y después de la misma provocaron la muerte de la paciente, dando por válida la postura de la acusación particular, ejercida por el abogado Rafael Martín Bueno de la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa).

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Durante la vista, que se celebró durante varias semanas, el cirujano explicó «no se hizo nada diferente a lo que había hecho en las centenares de operaciones que he realizado en mi carrera». El anestesista por su parte defendió su actuación tras entrar en parada la mujer en el quirófano. «Estuve con ella todo el rato, controlándola todo el rato», dijo. Ambos negaron que su actuación provocase la muerte de Fátima.

Por su parte, los dos forenses que hicieron la autopsia en una declaración que se prolongó durante horas, subrayaron que hubo fallos en la liposucción: «Ese tipo de operación no debía hacerse en un quirófano como el que tenían en la clínica. Lo suyo era hacerla en un hospital con una UCI cercana por si aparecen complicaciones», y añadieron que la ubicación de la intervención es «cosa de los médicos», apuntando directamente a los dos procesados.

La Fiscalía solicitaba para ambos tres años de cárcel y una indemnización de 240.000 euros. La acusación particular pedía un año más para cada uno. La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial.