DEP28. GNIEWINO (POLONIA), 25/06/2012.- Fotografía facilitada por la Real Federación Española de fútbol que muestra al cuerpo técnico y los integrantes de la selección española de fútbol durante el minuto de silencio guardado hoy por el fallecimiento del joven futbolista del Real Betis, Miki Roqué. EFE/Carmelo Rubio SOLO USO EDITORIAL | Carmelo Rubio

TW
1

España apura ya las últimas horas de su preparación para las semifinales de la Eurocopa 2012 de mañana frente a Portugal con la misma idea de juego de siempre y sin plantearse medidas especiales para frenar a Cristiano Ronaldo, el líder de todas las estadísticas ofensivas del torneo.

Es la principal amenaza del combinado luso, el máximo goleador de la competición, con tres tantos, igualado con el alemán Mario Gómez, el croata Mario Mandzukic y el ruso Alan Dzagoev, el jugador que más dispara a portería, catorce veces, y fuera, quince, pero en España son conscientes de que no es el único argumento de Portugal.

Desde la victoria frente a Francia (2-0), el pasado sábado en el estadio Donbass Arena de la ciudad ucraniana de Donetsk, los jugadores españoles ya han advertido de que su rival por un puesto en la final no es sólo Cristiano Ronaldo, sino un equipo potente, con futbolistas también destacados como Nani o Joao Moutinho.

«No tenemos nada planeado (de un plan especial para frenar a Cristiano Ronaldo). Nosotros jugamos siempre con la misma idea, independientemente del rival. Sí que lo analizamos y conocemos perfectamente. Si hay que hacer pequeños ajustes, pues ya sobre la marcha», declaró Xabi Alonso en la concentración en Gniewino.

«Hay que estar lo más cerca posible de él. Esa es la mejor manera de parar a cualquier jugador», continuó el centrocampista, a un día del choque frente a Portugal, en el que España no cambiará ni su sistema ni su estilo de juego, según han reiterado en los últimos días jugadores y cuerpo técnico, pese a la presencia de Cristiano.

Las coberturas, las ayudas defensivas y la concentración serán claves para frenar el contragolpe y a los extremos portugueses. Esa idea maneja la defensa de la selección española, la más fiable del campeonato, con sólo un tanto en contra en cuatro encuentros, en la primera jornada frente a Italia, y con 299 minutos sin recibir gol.

Ya sin el condicionante de las tarjetas, que había mantenido al borde del partido de sanción a Álvaro Arbeloa y Jordi Alba, los dos laterales asumen una misión relevante mañana, acompañados en el centro de la zaga por Sergio Ramos y Gerard Piqué, a un nivel altísimo de rendimiento en los cuatro partidos de la Eurocopa.

La posesión de la pelota también será fundamental. «Es verdad que hay mucho respeto (de los rivales hacia España). Es normal porque hemos ganado Eurocopa y Mundial. Y eso también nos ayuda un poco a tener más la posesión y nos ayuda a defender con la pelota. Cuanto más tengamos la pelota, menos peligro crean ellos y a la vez más ocasiones tenemos nosotros», valora, por su parte, Gerard Piqué.

España ha superado en control del balón a sus cuatro rivales en esta edición del torneo (Italia, Irlanda, Croacia y Francia) y manda en esta estadística. La posesión ha sido suya en más de un 50 por ciento en 20 de sus últimos 21 encuentros en grandes competiciones. Mañana espera Portugal, su contragolpe y Ronaldo.

Malestar

Por otra parte, destacar que el viaje de vuelta de la selección española a Gniewino desde Donetsk, unos 1.900 kilómetros, para regresar tan solo dos días después al mismo estadio donde accedió a semifinales, respondió a la planificación y al deseo de Vicente Del Bosque pero ha encontrado el malestar de algún internacional.

«Era como venir a casa. Descansar un par de días en un sitio que es como nuestro hogar donde trabajamos con tranquilidad. Quizás me he podido equivocar pero es decisión mía», asume.

El cuerpo técnico de la selección española eligió hace meses la tranquila localidad de Gniewino para establecer su 'cuartel general'. Era una ubicación perfecta. Alejado del bullicio que genera una gran competición. Un lugar donde no hay más hoteles que el que ellos ocupan.

Lujoso, con todo al alcance de sus manos, incluso el campo de entrenamiento donde llevan trabajando a diario tres semanas. Los jugadores bajan andando a él. Una rampa de cincuenta metros de distancia. A una hora y medio de Gdansk, localidad donde disputaban los tres primeros partidos de la Eurocopa 2012.

España se clasificó primera de grupo y su destino era Donetsk. Ya no jugaría más en Polonia. Ucrania sería el país que vería su camino en el intento de hacer historia hacia la triple corona. Los cuartos y la semifinal en Donetsk. La soñada final en Kiev. Estudiaron las posibilidades y decidieron mantener en pie el plan inicial.

No importó que el escenario de los cuartos de final fuese el mismo que las semifinales, el Donbass Arena.Tras regresar a las 6.00 de la madrugada a Gniewino tras pasar viajando la madrugada del partido de cuartos, los internacionales españoles estaban agotados.