«La intuición se basa en las experiencias previas»

En el transcurso del módulo, se abordaron diversas situaciones, como por ejemplo, un conflicto interno en el equipo. Este enfoque permitió a los participantes desarrollar estrategias efectivas para manejar situaciones desafiantes. Leguizamo sostiene que las técnicas impartidas a los emprendedores en esta secta edición son igualmente aplicables en la vida personal. Su objetivo es simplificar y hacer accesibles conceptos psicológicos que pueden ser de gran valor para los emprendedores

Leguizamo sostiene que la motivación no es algo innato o que dependa solo de la persona, sino que se construye en función de las actividades que se realizan y el contexto en el que se desarrollan. El entorno del emprendimiento es muy particular y presenta tanto oportunidades como desafíos para la motivación. Por eso, es importante facilitar las conductas que favorecen el avance del proyecto y disminuir las que lo obstaculizan. «Cuando trabajamos el aspecto motivacional, buscamos facilitar una serie de conductas (testear el producto con un público objetivo amplio, relacionarse y hacer networking con sectores relacionados con mi marca, perfeccionar el pitch con clientes potenciales e inversores) y disminuir la ocurrencia de otras (lanzarnos al mercado sin un plan de negocios adecuado, por ejemplo)», apunta el experto.

Otro aspecto clave para el emprendimiento es la resiliencia, entendida como la capacidad de superar situaciones difíciles. Leguizamo afirma que la resiliencia depende de las características de cada persona y de cada desafío, y que se puede cultivar teniendo expectativas y objetivos realistas, poniendo en marcha las acciones necesarias para alcanzarlos y calculando mejor el riesgo. También es importante centrarse en lo que depende de nosotros, ya que hay factores que no podemos controlar, como la pandemia o la inteligencia artificial.

La toma de decisiones es otro proceso psicológico que influye en el emprendimiento. Leguizamo señala que las decisiones de los emprendedores están condicionadas por sus expectativas, creencias, historia de aprendizaje, éxitos, fracasos y contexto. El psicólogo comenta que, «a veces podemos pensar que una persona emprendedora de éxito siempre toma buenas decisiones o todo le sale bien. Nada más lejos de la realidad. Lo que pasa es que nos gusta más hablar de lo que ha ido bien y no tanto de lo que hay que sacrificar para llegar hasta ahí». Y añade: «Para mejorar el proceso de toma de decisiones hace falta conocer muy bien el problema que queremos solucionar, diseñar pequeños experimentos para poner a prueba prototipos de producto y pedir mucho feedback a clientes potenciales. Repetir este proceso varias veces nos dará mayor seguridad a la hora de lanzar un producto al mercado»

Leguizamo también habla del equilibrio entre la intuición y el análisis racional en la toma de decisiones. Comenta que «No hace falta irse a la página de sucesos del periódico para ver la cantidad de decisiones 'irracionales' que tomamos cada día. La intuición implica basarse en la experiencia previa para detectar patrones, y aunque puede ser útil en algunos casos, la innovación y el emprendimiento buscan la asociación de conceptos y productos novedosos que puedan resolver problemas que aún no tienen una solución óptima. La psicología tiene mucho que aportar al emprendimiento precisamente porque está fundamentada en el método científico, aportando tecnologías para identificar las variables que afectan a nuestro proyecto con mayor exactitud que la intuición o la opinión propia».

Leguizamo aborda el tema del estrés y su impacto en la salud mental de los emprendedores. «El estrés aparece cuando percibimos que los recursos de los que disponemos son insuficientes para afrontar un problema o desafío. Formaciones como las de ConnectUp son muy importantes porque preparan a las personas emprendedoras y dan recursos para afrontar un montón de situaciones que uno desconoce cuando se plantea poner en marcha un proyecto innovador». Y señala que. «la gestión del estrés relacionado con el emprendimiento parte del autoconocimiento de las fortalezas y áreas de mejora de mi producto y equipo, una buena distribución de los recursos de los que dispongo, y una adecuada operativización de los problemas a los que me voy a tener que enfrentar para salir al mercado».

La gestión emocional es igual de importante en los momentos de éxito y fracaso y en este contexto el experto señala que, «la evidencia científica demuestra que el éxito o el estatus puede llevarnos a tomar malas decisiones precisamente por no hacer una evaluación exhaustiva de los riesgos y beneficios. Un buen plan de negocio y un proceso de toma de decisiones 'anti-impulsos', basado en el sistema que comentamos anteriormente, aumentará la probabilidad de dar con soluciones que beneficien el aprendizaje en la hoja de ruta emprendedora, reduciendo los riesgos e imprevistos que irremediablemente aparecerán en el camino»