Los hechos ocurrieron sobre las ocho de la tarde, cuando dos patrullas que se encontraban realizando labores de prevención fueron alertadas por la Sala del 091 para que acudieran rápidamente a la calle Bordadores, donde al parecer había un bebé que se estaba ahogando.
Las dos patrullas se dirigieron inmediatamente al lugar, pero una quedó atascada a la altura de la Porta de la Mar debido a la gran afluencia de personas que asistían a los actos del 9 de octubre, según ha explicado la Policía Nacional en un comunicado.
La segunda patrulla sí logró acceder a la calle desde otro acceso y localizó a una mujer en gran estado de agitación, que manifestó que su hijo se estaba muriendo y no podía respirar. Los policías subieron al vehículo al bebé, a la madre y sus dos acompañantes, para trasladarlos rápidamente al hospital.
Mientras tanto, la otra patrulla se dirigió a las urgencias del hospital para alertar al personal sanitario de la llegada del menor con posible parada cardiorrespiratoria.
Durante el trayecto, la agente que iba de copiloto cogió al bebé y lo colocó boca abajo, apoyándolo en el antebrazo de manera transversal, para introducirle los dedos en la boca por si tuviera alguna obstrucción que le impidiera la entrada de aire, a la vez que le daba pequeñas palmadas en los omóplatos. El bebé comenzó a recobrar la consciencia.
A la altura de la plaza Tetuán, los policías observaron una ambulancia y solicitaron su colaboración. Así, el efectivo sanitario se hizo cargo del bebé y lo trasladó, junto a sus familiares, al hospital, donde el personal médico les estaba esperando. El bebé se encuentra estable y con pronóstico reservado, según las mismas fuentes.
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