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L. PLANAS
El claustro de Sant Domingo de Pollença fue durante la mañana de ayer un gran punto de encuentro e intercambio para todos los amantes de los tebeos y libros en general. El aspecto más significativo de la sexta edición de la Fireta de Llibres i Tebeos Vells fue poder contemplar, a través de todos los expositores instalados, una extensa recopilación de la evolución del cómic hasta nuestros días.

Así, en los expositores de venta e intercambio, entre los que había cuatro librerías especializadas y particulares, se podían encontrar los primeros «TBO», que dieron nombre en España a los cómics, los cuadernillos de las «Hazañas Bélicas» o los de «Roberto Alcázar y Pedrín» y el «Capitán Trueno», que los padres que visitaron el recinto mostraban con orgullo a sus hijos. Pero además de estas reliquias, también se podían hojear los cómics de influencia sajona que comenzaron a llegar a partir de los años 70, como por ejemplo los de «Flash Gordon» o «Conan», hasta llegar a los cómics japoneses o «manga», que se hicieron habituales a partir de los años noventa.

Entre los visitantes había auténticos especialistas, que buscaban ediciones especiales o algún número perdido de sus colecciones. Y, todo esto, lo encontraban conversando con los expositores, entre los que se creaban tertulias espontáneas sobre colecciones o cómics.