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J.C.P.
Algo más de la mitad de las empresas industriales españolas, el 50,3%, utilizan incentivos a la productividad para remunerar a sus trabajadores. Se trata de un hecho poco estudiado hasta ahora que revela la creciente importancia que las empresas dan a las personas como fuente principal de competitividad.

Hoy en día los recursos financieros y tecnológicos, considerados clave para el éxito, se encuentran al alcance de la mayoría de las empresas. Es por esta razón que las personas que trabajan en una organización se configuran como uno de los escasos factores productivos que pueden conferir a la empresa una ventaja sobre sus competidores que sea difícil de imitar y que, por lo tanto, perdure en el tiempo. Un estudio de la Fundación BBVA, el primero de estas caracterísitcas, analiza a fondo los incentivos a la producitividad (individuales) y los incentivos de empresa.

El autor es el profesor de la Universidad de Navarra, José Alberto Bayo Moriones, quien proporciona con su trabajo un marco riguroso para enterder la realidad actual de los procesos de dirección de los recursos humanos en las empresas. El estudio toma como muestra cerca de un millar de empresas industriales españolas (908), la mayoría del sector manufacturero.