Esta iniciativa persigue adaptar los centros de salud a las personas con movilidad reducida. | CAIB

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El Servicio de Salud de Baleares (IB-Salut) desarrolla un plan de accesibilidad por 600.000 euros para obras que adapten a personas con movilidad reducida los centros de salud de Arquitecte Bennàzar, Casa del Mar y Escola Graduada (en Palma), Santanyí, Capdepera, Es Raiguer (Binissalem), Es Safrà (Alcúdia), Llevant (Son Servera) y Santa Maria.

El Centro de Salud Santanyí ha sido el primero donde se han reformado las ventanas, las puertas de los lavabos y parte de la sala de curas, en el marco de este plan de accesibilidad elaborado con la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física (PREDIF Illes Balears), ha informado el Ib-Salut en un comunicado.

La institución ha presentado el plan de accesibilidad, cuyo objetivo es adaptar los centros de salud a las personas con movilidad reducida. Además, la Gerencia de Atención Primaria ha aprovechado para implementar un plan de mejora de los centros con trabajos de mantenimiento.

El Centro de Salud Santanyí es el primero donde se han hecho obras, con un presupuesto de 75.000 euros. Entre otras actuaciones, se ha cambiado la altura del mobiliario, de los lavabos, de las puertas y de los cristales de la sala de curas.

Éste ha sido visitado por la consellera de Salud, Patricia Gómez, acompañada por el alcalde de Santanyí, Llorenç Galmés; el director general del Servicio de Salud, Juli Fuster; el gerente de Atención Primaria de Mallorca, Miquel Caldentey, un representante de la entidad local de plataforma PREDIF Baleares), Nicolás Terrasa, y otro de la Asociación Provincial de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados (Aspaym Baleares), Alessandro Marinelli.

De las demás obras, ya se han hecho las auditorías previas para valorar las necesidades de cada centro, en virtud de un contrato suscrito con cada entidad local de PREDIF Baleares) para auditar 41 centros de salud.

No se han incluido los centros de salud Camp Redó, S'Escorxador, Nuredduna (Artà) ni Pollença, ya que el Plan de infraestructuras de atención primaria prevé construir nuevos edificios.

Las principales deficiencias comunes detectadas en los nueve centros donde se ha hecho la auditoría son la falta de señalización de los vados y de los pasos de cebra y también carencias en el interior de las edificaciones que impiden la circulación libre por el edificio, como la anchura de las puertas de las consultas, de los baños o de los ascensores, las rampas de acceso y la adaptación de los lavabos.

También se han detectado barreras de comunicación, que dificultan la ubicación correcta de las personas, como la falta de señalización en braille y con color de alto contraste, la altura de las señalizaciones, de los mostradores y de los botones de los ascensores, o la colocación de barandillas. En cuanto al material, faltan camillas hidráulicas y sillas de ruedas.