Un rincón del Club Náutico de s’Estanyol nos ha servido como el escenario perfecto para este modelo de espíritu deportivo, gran diseño y buen equipamiento de serie. | Miquel Àngel Llabrés

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El vehículo que hemos probado esta semana es muy especial en todos los sentidos, ya que a la larga se puede convertir en una auténtica joya de coleccionista al no ser un modelo al que se pueda acceder con facilidad y tener un carácter deportivo fuera de toda duda. Este Mercedes-AMG A 45 4MATIC es la versión más potente de la gama Clase A y en el año 2016 vino a sustituir al modelo de 2013, cuya nomenclatura era distinta (se llamaba Mercedes-Benz A 45 AMG).

Además de algunos cambios estéticos no demasiado importantes, también vio aumentado su equipamiento y se introdujeron mejoras en el motor, ya que la versión de ahora rinde 21 CV más que la anterior, llegando hasta los espectaculares 381 CV de potencia.

Estéticamente destaca por contar con una parte delantera de lo más agresiva gracias a los espóilers delanteros y las múltiples entradas de aire. Unas llantas espectacularmente deportivas, el chasis rebajado y el decorativo e impresionante alerón trasero acaban de hacer el resto para que sea un vehículo muy especial.

Motor

Este Mercedes-Benz AMG A 45 4MATIC cuenta con un propulsor de 2.0 litros de cilindrada y está sobrealimentado mediante un turbocompresor de doble entrada capaz de generar una sobrepresión máxima de 1,8 bar. Como en el modelo anterior, se trata de un motor con una potencia específica especialmente elevada: en este caso son 191 CV por litro de cilindrada para llegar hasta estos 381 CV de potencia máxima. Gracias a este aumento de potencia, el A 45 4MATIC es un poco más rápido que el A 45 AMG de 360 CV, acelerando de 0 a 100 km/h, en tan sólo 4,2 segundos, cifra conseguida por muy pocos modelos en el mercado. El hecho de que tenga un cambio automático de 7 relaciones con levas en el volante favorece que tenga aun un carácter más deportivo.

El consumo del modelo nos ha sorprendido positivamente, ya que según marca es de 6,9 litros y nosotros sólo lo hemos subido hasta los 8 litros a los 100 km, que es una cifra muy buena. El comportamiento en carretera de este Clase A tan especial viene muy marcado por la suspensión, que lógicamente cuenta con un ajuste muy firme (con cualquiera de los dos modos seleccionados), pero no resulta del todo dura para poder utilizar el vehículo por ciudad diariamente sin que resulte un problema de comodidad para sus ocupantes.

En curva no balancea prácticamente nada, con lo que traza como si se fuera por raíles sin que el sobreviraje aparezca en ningún momento.

El interior no dista demasiado del resto de modelos de la marca, aunque cuenta con gran cantidad de detalles deportivos, con la aparición del rojo en la tapicería o del aluminio en pedales, con lo que se consigue un equilibrio casi perfecto entre comodidad y deportividad, es decir, lo que se espera de un vehículo de estas características. El espacio para las plazas posteriores sigue siendo el mayor hándicap de este vehículo, además de no disponer de un maletero con excesiva capacidad, aunque está claro que es mucho más práctico que la mayoría de modelos de carácter tan deportivo como éste, con lo cual ya tiene mucho ganado.

En cuestión de calidades no hay duda de que la prestigiosa marca alemana no escatima en nada, con lo que se mantiene el vehículo impecable dure los años que dure en las calles, con la utilización de materiales de primera calidad en todos los elementos.