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T.O.
El local de marcha nocturna «La Cueva del Pirata», que ocupa una cueva en las afueras del núcleo costero de Porto Cristo, a la salida en dirección Cala Anguila, finalmente no abrió sus puertas el sábado y no celebró una polémica fiesta que el Ajuntament de Manacor advirtió en repetidas ocasiones no podía organizar al estar el recinto precintado desde julio. Hasta cinco agentes de la Policía Local y ocho de la Policía Nacional fueron destinados al lugar, controlando la situación e impidiendo el acceso.

Bel Febrer, delegada de Interior del Ajuntament, informó ayer que «no tuvo lugar la fiesta. Ni altercados, ni incidentes». La concejala destacó el operativo montado (desde las 21.00 hasta las 6.00 horas) y agradeció el trabajo de los agentes, y la divulgación por parte de la prensa de la ilegalidad de la convocatoria nocturna. En estos momentos, el tema está en los juzgados, a raíz de la denuncia interpuesta por el Ajuntament «por desobediencia a la autoridad». Febrer detalló:«La instalación no cuenta con las licencias y permisos pertinentes, y que en julio se detectó a gente con sustancias prohibidas».

Por otra parte, los políticos temían que en caso de incendio u otro tipo de incidentes, la gente que estuviera en el interior del recinto pudiera verse afectada gravemente. La semana pasada, varios agentes de la Policía Local expresaron su desacuerdo con la gestión del Ajuntament sobre el cuerpo de seguridad municipal (la plantilla es de 84 agentes). El hecho de pedir refuerzos a la Delegación de Gobierno también fue cuestionado.