El jefe de Pediatría de Inca pasará a formar parte del equipo como médico adjunto después de su degradación. | Elena Ballestero

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Un día antes que el Sindicato de Médicos (SIMEBAL) denuncie las deficiencias en el servicio de Pediatría del hospital de Inca, el gerente del centro Rafael Marcote destituyó ayer «de manera fulminante» al jefe del servicio de Pediatría José Utrera. Varias fuentes consultadas por este periódico achacaron la destitución de Utrera a «una represalia por defender a sus compañeros de pediatría en sus reivindicaciones».

Estas peticiones, que se explicarán hoy en rueda de prensa, consisten en la petición de una mejora del servicio y un aumento de pediatras durante las guardias nocturnas ya que, hasta el momento, un solo pediatra debe atender cuatro servicios diferentes (partos, neonatos, urgencias y planta). Esta situación provoca que los pediatras hayan vivido «la terrible sensación de no saber si se podrán atender simultáneamente dos urgencias vitales», según fuentes consultadas. Estas mismas fuentes apuntaron a que el servicio de pediatría avisó a los responsables de la Conselleria de Salut que no se hacían responsables del fallecimiento de ningún niño por falta de personal.

Estas reivindicaciones siempre fueron denunciadas por José Utrera que llevaba siete años al frente del servicio de Pediatría «y ha recibido varias amenazas durante los últimos meses por este motivo». Será sustituido por Jose Bibiloni al que no se le ha comunicado su nuevo cargo debido a que se encuentra en el Sahara. Regresa en 15 días.

Desde UGT, Bartomeu Ballester, tildó la actuación del gerente de «caciquil». Ballester recordó que el hasta ayer jefe del servicio de Pediatría «es un profesional con más de 30 años de experiencia y que nunca ha dado problemas dentro del equipo de pediatría. Siempre ha defendido a los trabajadores».

Desde el hospital, el gerente Rafael Marcote indicó que «la destitución de José Utrera viene dado por la necesidad de evolucionar en la forma de organizar el servicio del área de Pediatría». En este punto, Marcote avisó que «el servicio no ha sufrido modificaciones, pero valoramos las cargas que padecen los pediatras los fines de semana y estamos en contacto con Ibsalut y Son Espases para poder disponer de refuerzos en momentos puntuales. No se trata de poner más personal, sino de organizar mejor».

Según pudo saber este periódico, los pediatras de Inca cubren guardias de hasta 24 horas durante los fines de semana y llegan a acumular un excedente de unas 600 horas extras anuales.