Este modelo cuenta con una parte delantera de lo más moderna, que denota agresividad y modernidad a partes iguales.

TW
0

La moto que hemos tenido la oportunidad de probar, la Suzuki GSX-S1000 GX, ha sido sin duda una de las más esperadas de la marca y, probablemente, de prácticamente del resto de marcas, y con razón.

Como veremos, se trata de una sport-touring de manillar alto con un comportamiento espectacular en carretera, pero muy apta también para el día a día gracias a su agilidad en cualquier terreno.

Desde que salieron las primeras fotos e informaciones en prensa ha habido mucha gente interesada, que han acudido al concesionario cuando han llegado las primeras unidades.

Es la competencia más directa de dos modelos ya consolidados en el mercado como son la BMW S1000XR o la Ducati Multistrada V4.

Estéticamente, la modernidad es, sin duda, una de sus grandes bazas. En los últimos modelos que ha puesto a la venta la firma japonesa ya se veía esta pequeña revolución estética.

La parte delantera destaca por tener un frontal muy afilado en el que destacan los dos compactos faros LED, pero además cuenta con dos tiras de luces diurnas LED en los laterales, que le acaban de conferir este aspecto tan moderno.

La parte posterior del modelo viene marcado por la iluminación led, que ya suele darse en la mayoría de motocicletas del mercado.

La posición de conducción es una de las grandes diferencias respecto al otro modelo de la marca con el que comparte motor, la GT. En la GX, al tener un manillar más alto y un asiento también más elevado, es una moto que te permite conducir más erguido, sin llegar a la postura que podrías llevar en una V-Strom.

El motor con el que cuenta es el que deriva de la Suzuki GSX-R 1000 de 2008, pero evidentemente con muchas actualizaciones, entre las cuales destacan el hecho de ser mucho más fino, y con unos prácticos modos de conducción que te permiten manejarla como más te apetezca en cada momento.

Se trata de un propulsor de cuatro cilindros en línea DOHC, refrigerado por líquido, con 999 cc de cilindrada, con una potencia de 152 CV y un par motor de 106 Nm a 9.250 rpm.

Al conducirla, la impresión es que llevas una moto muy deportiva con un chasis muy dinámico y unas prestaciones realmente buenas.

Así, tanto en la aceleración y en la recuperación usando marchas largas, son realmente buenas, todo ello con una gran finura. Para llegar a los 100 Km/h tarda poquísimo.

El consumo no es muy alto, ya que los 6,2 litros a los 100 Km anunciados por al marca, sólo nos ha subido hasta los 6,8, que tampoco es una cifra alta.

Todo esto viene ayudado por un práctico y suave quickshifter, que permite cambiar de velocidad sin usar el embrague. tanto en subida como de bajada.

Una de las grandes novedades que incluye este modelo está en las suspensiones, que tienen una base mecánica Showa y un sistema de ajuste electrónico.

Este ajuste es realmente impresionante, hasta el punto que se ajusta automáticamente dependiendo del tipo de conducción, del peso, de la irregularidad del terreno, etc. Una auténtica maravilla.

La información de la pantalla TFT es clara y legible. Además tiene modo día/noche, que cambia automáticamente. Se pueden cambiar los modos de conducción con mucha facilidad y en la pantalla inicial se encuentra prácticamente toda la información que se necesita del funcionamiento de la moto. También se puede enlazar el móvil para manos libres, y otras opciones interesantes.

Podéis encontrar y probar este espectacular modelo, cuyo precio arranca en los 18.799 euros, en el concesionario Suzuki Tecnicars, situado en Gran Via Asima, 11, en el polígon de Son Castelló de Palma.